Las edades de la exploración

Los chinos y otras culturas asiáticas han utilizado el barco chatarra durante milenios. La primera referencia conocida a barcos como el junco fue alrededor del 2800 a.C. bajo el emperador chino Fu Hsi. Los juncos tenían muchos usos en la antigua cultura china, como la pesca, el transporte, el comercio, la guerra y la exploración del sudeste asiático. Junto con su innovador sistema de dirección del timón, los juncos se construyeron para soportar mares agitados, ser fáciles de maniobrar y moverse con rapidez. La robusta construcción de estos barcos permitió a los exploradores chinos aventurarse a lo largo y ancho. Se han encontrado monedas chinas antiguas en la India e incluso en las costas orientales de África. En los escritos de los musulmanes sobre el río Éufrates en el siglo VII de nuestra era se han encontrado pruebas de la existencia de juncos, y Marco Polo registró flotas de barcos juncos en el siglo XIII. Cuando Marco Polo escribió sobre estos barcos, la mayoría eran bastante grandes, con 50 a 60 camarotes a bordo. Sin embargo, en el siglo XV, los juncos tenían un tamaño colosal. Se dice que estos enormes y bien construidos barcos tenían 400 pies de largo y 160 pies de ancho (es decir, 40 pisos de proa a popa y 16 pisos de estribor a babor).

Una de las características únicas de los juncos era la forma de sus velas, que eran muy diferentes de las de los barcos occidentales. Los juncos chinos no eran cuadrados, sino que tenían velas elípticas y curvadas, reforzadas con barras interiores de bambú. Como el bambú mantenía la resistencia de las velas, se necesitaban menos aparejos. También evitaba que las velas se deshilacharan y se pudrieran tan rápidamente como lo habrían hecho en otras circunstancias.

El ingenio y la resistencia de estos barcos han permitido que sigan utilizándose en la actualidad. Algunos juncos se utilizan para el turismo; sin embargo, todavía hay juncos que se utilizan para la pesca y el comercio en las aguas costeras y los ríos de China, Japón e Indonesia. Aunque el tamaño del junco típico se ha reducido de 400 pies a unos 70 pies, siguen siendo lo suficientemente grandes como para que algunas familias vivan en ellos.

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