Trastorno obsesivo-compulsivo

US Pharm. 2017;42(11):15-16.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un tipo de trastorno de ansiedad cuyo nombre sugiere sus síntomas. Las personas con TOC experimentan obsesiones o pensamientos persistentes que son incontrolables y no se basan en la realidad. También pueden experimentar compulsiones, acciones repetidas que ayudan a aliviar la ansiedad causada por los pensamientos obsesivos. Antes se pensaba que el TOC era un problema poco común, pero ahora se calcula que afecta a más de dos millones de estadounidenses. Los investigadores no comprenden del todo la causa del TOC, pero lo más probable es que sea el resultado de un bajo nivel de una sustancia química cerebral llamada serotonina.

El TOC es un trastorno de ansiedad

Las personas con TOC se ven afectadas por pensamientos obsesivos, como el miedo a los gérmenes o a la suciedad, a una enfermedad mortal, a que un intruso entre en la casa por la noche o a hacer daño a alguien. Para controlar la ansiedad que provocan estos pensamientos, la persona con TOC se siente obligada a realizar acciones repetidas de forma ritual. Estas compulsiones incluyen el lavado de manos excesivo, las visitas al médico para descartar enfermedades, la comprobación de las cerraduras de puertas y ventanas una y otra vez, y las rutinas para evitar dañar a otros, como contar o tocar las cosas en un orden determinado.

Las personas con TOC viven una vida regida por sus obsesiones y compulsiones, que pueden interferir seriamente con la escuela o el trabajo. La mayoría de las personas con TOC se avergüenzan de sus pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos. Como no son capaces de controlarlos, los afrontan ocultándolos a sus amigos y familiares para evitar la vergüenza. Los síntomas pueden empeorar o mejorar con el tiempo, pero en muchos casos, los síntomas acaban interfiriendo en la capacidad de la persona para funcionar y disfrutar de la vida. Aunque la mayoría de las personas con TOC comprenden que estos rituales no tienen sentido, se sienten impulsadas a repetirlos para librarse de sus pensamientos ansiosos.

Signos y factores de riesgo

El TOC suele aparecer en la infancia o la adolescencia, y afecta por igual a hombres y mujeres. En muchos casos, los primeros síntomas del TOC pueden no ser problemáticos ni alterar la vida, pero pueden parecer parte de una personalidad «compulsiva» o «exagerada». El TOC puede presentarse junto con otros trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios o depresión. En algunos casos, el TOC es hereditario y el riesgo de padecerlo es mayor en personas con antecedentes familiares de otros trastornos psiquiátricos. Antes se pensaba que ser criado en un entorno extremadamente rígido y controlado era un factor de predicción del TOC; probablemente no sea así, pero los factores de estrés importantes de la vida pueden desencadenar los síntomas. Las mujeres embarazadas y las madres recientes pueden desarrollar síntomas de TOC, con los pensamientos obsesivos centrados en dañar al niño.

La psicoterapia y los antidepresivos tratan los síntomas

El tratamiento del TOC incluye la terapia cognitivo-conductual y los medicamentos. La prevención de exposición y respuesta es un tipo específico de psicoterapia que se utiliza para ayudar a los pacientes a controlar sus síntomas de TOC. Los pacientes se exponen gradualmente a sus obsesiones sin permitir que el ritual o la compulsión les siga de inmediato. Los pacientes empiezan a sentirse cada vez menos ansiosos por los pensamientos obsesivos y pueden resistirse a su comportamiento compulsivo mucho después de que la terapia haya terminado.

Algunas personas también pueden necesitar medicamentos para ayudarles a controlar sus síntomas. Los fármacos prescritos habitualmente para el TOC actúan aumentando la acción de la serotonina en el cerebro. Un grupo de antidepresivos que actúan de esta manera han sido aprobados por la FDA, incluyendo la clomipramina (Anafranil), la fluoxetina (Prozac), la fluvoxamina (Luvox), la paroxetina (Paxil) y la sertralina (Zoloft). Tras varias semanas de medicación diaria, la mayoría de los pacientes notan un alivio significativo de sus síntomas. Los principales efectos secundarios de estos antidepresivos son somnolencia, dolor de cabeza y náuseas. Pueden interactuar con muchos otros medicamentos, por lo que hay que asegurarse de que el farmacéutico y el médico conocen todos los medicamentos que se toman con estos antidepresivos. Una vez controlados los síntomas, la dosis puede reducirse e incluso suspenderse en algunos pacientes.

¡Su farmacéutico local está aquí para ayudarle! Si usted, un amigo o un familiar tienen preguntas sobre el TOC y los medicamentos utilizados en el tratamiento, pregunte a un farmacéutico de confianza.

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