El apio es mucho más que un ingrediente tradicional de las ensaladas de verano. Disponible durante todo el año, un poco de investigación sobre el apio muestra que este versátil vegetal tiene beneficios muy reales para la salud y vale la pena añadirlo a su dieta semanal.
La investigación ha demostrado que el apio contiene propiedades para reducir la presión arterial. El apio contiene unos compuestos activos llamados Pthalides que relajan los músculos de las arterias que regulan la presión arterial permitiendo que estos vasos se dilaten. Los ptalidos también reducen las hormonas del estrés que pueden provocar la contracción de los vasos sanguíneos.
El apio es una excelente fuente de vitamina C con todos sus beneficios para la salud. La vitamina C puede ayudar a reducir los síntomas del resfriado o su gravedad durante los meses de invierno. Esta importante vitamina ayuda a reforzar el sistema inmunitario y combate el resfriado.
El apio también aporta fibra (ver Dieta rica en fibra) y minerales esenciales como la folacina y el potasio.
No es de extrañar, pues, que el apio tenga una larga historia de uso, primero como medicina y luego como alimento.
El apio puede comerse obviamente solo, pero también es un sabroso complemento para muchos platos cocinados: platos salteados, sopas, guisos y estofados.
Información nutricional de la base de datos WLR
Apio, crudo, Promedio
1 tallo mediano/40g
Densidad calórica: 1
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