¡Vaya! Es una tarde calurosa después de la escuela y acabas de terminar de jugar en el patio trasero con tus amigos. Te diriges al interior para ver qué golosinas pueden estar escondidas en la nevera. Quieres algo fresco que también sea dulce y cremoso. Y ahí está. En el estante superior se encuentra el tentempié perfecto. ¿De qué estamos hablando? Del yogur, por supuesto.
Con una textura rica y cremosa, llena de sabor, el yogur es uno de los dulces favoritos de los niños de todo el mundo. Tanto si se trata de un yogur natural como de un sabor afrutado, como la fresa, el plátano o la frambuesa, el yogur ofrece una alternativa saludable que los padres aprobarán.
Si alguna vez ha ayudado a elegir su sabor favorito de yogur en la tienda de comestibles, probablemente habrá notado que el yogur suele encontrarse en la sección de productos lácteos. Eso tiene mucho sentido, ya que el ingrediente principal del yogur es la leche.
En Estados Unidos, el yogur se suele elaborar con leche de vaca. En otras partes del mundo, sin embargo, puede utilizarse leche de otros animales, como ovejas, cabras y camellos. El yogur se elabora añadiendo ciertas bacterias a la leche en un entorno cuidadosamente controlado y dejándola fermentar. El proceso de fermentación da al yogur su consistencia y su sabor picante.
Por ejemplo, las bacterias utilizadas para crear el yogur son Streptococcus thermophiles y Lactobacillus bulgaricus. Cuando se añaden a la leche fresca y se calientan, estas bacterias convierten el azúcar (lactosa) de la leche en ácido láctico. El ácido láctico espesa la leche y da al yogur su sabor picante.
Cuanto más tiempo se deje fermentar a las bacterias, más espeso y picante será el yogur. A veces se añaden otras bacterias, como el Lactobacillus acidophilus, para mejorar el sabor y proporcionar beneficios adicionales para la salud.
Cuando se alcanza la consistencia y el sabor deseados, el yogur se enfría. En este punto, se pueden añadir edulcorantes y aromatizantes. También se puede añadir gelatina para crear una textura más cremosa.
El yogur se gana su reputación como tentempié saludable por su alto contenido en proteínas y minerales. También es un buen alimento para las personas con intolerancia a la lactosa, ya que contiene una enzima especial que descompone la lactosa en los intestinos. Dado que el yogur puede fabricarse en variedades normales, bajas en grasa y sin grasa, puede elegir un yogur específico que cumpla sus objetivos de ingesta diaria de grasa.