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Para muchas mujeres, la capacidad de digerir la lactosa mejora durante el embarazo, especialmente al final del mismo. Como resultado, incluso si normalmente eres intolerante a la lactosa, podrías beber leche y comer otros productos lácteos sin molestias.
El calcio ayuda a construir los huesos y dientes de tu bebé. El Instituto de Medicina recomienda 1.000 miligramos de calcio al día durante el embarazo. Las adolescentes embarazadas necesitan 1.300 miligramos al día.
Si tiene intolerancia a la lactosa durante el embarazo o no le gusta la leche u otros productos lácteos, tenga en cuenta estos consejos:
- Elija otros alimentos ricos en calcio, como las almendras, el brócoli, el edamame, los garbanzos, las judías pintas, el tofu, las espinacas y los alimentos y bebidas enriquecidos con calcio. Si bebe leche de almendras, elija una con calcio añadido.
- Tome un suplemento de calcio.
- Muchas personas con intolerancia a la lactosa pueden beber normalmente pequeñas porciones de leche, como media taza, con una comida y tener síntomas mínimos o ninguno.
- Pruebe los productos sin lactosa o con lactosa reducida, como la leche, el queso y el yogur.
- El yogur y los productos fermentados, como los quesos, suelen tolerarse mejor que la leche normal. La lactosa del yogur ya está parcialmente digerida por las bacterias activas del yogur.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, especialmente durante la segunda mitad del embarazo. La vitamina D suele estar incluida en su vitamina prenatal, junto con el calcio.
Si le preocupa la cantidad de calcio que está ingiriendo, hable con su proveedor de atención médica.