Problemas relacionados con los huesos en el mieloma múltiple

El mieloma múltiple puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de fracturas y dolor óseo. Las células del mieloma pueden formar tumores dentro de la médula ósea y extenderse desde la médula para dañar el tejido óseo. Las células del mieloma pueden hacer que las células de la médula ósea eliminen el calcio del hueso, lo que provoca puntos blandos denominados lesiones osteolíticas.

Si tiene fracturas óseas, nuestros cirujanos pueden utilizar varillas y placas metálicas para dar soporte a los huesos que soportan peso. Nuestros médicos también pueden sugerirle que lleve un corsé para la espalda o un collarín para sujetar los huesos y aliviar el dolor.

Reducción de la pérdida ósea con bifosfonatos

Nuestros médicos utilizan un grupo de fármacos llamados bifosfonatos para reducir la pérdida ósea en las personas con mieloma. Los bifosfonatos se utilizan habitualmente para tratar la osteoporosis. Es decir, el adelgazamiento del tejido óseo y la pérdida de densidad ósea asociados al envejecimiento. En dosis más altas, los bifosfonatos pueden detener la progresión de la destrucción ósea debida al mieloma y a otros cánceres. La prevención de la destrucción ósea también alivia el dolor.

El tratamiento con bifosfonatos para el mieloma se administra mensualmente por vía intravenosa. A diferencia de los analgésicos, que comienzan a actuar inmediatamente, los bifosfonatos tardan algún tiempo en fortalecer los huesos. Finalmente, proporcionan protección contra las fracturas.

Nuestros médicos revisarán con usted los efectos secundarios de los bifosfonatos antes de prescribirlos. En raras ocasiones, el tratamiento con bifosfonatos puede causar daños en los riñones o en la mandíbula. Le proporcionaremos información detallada y orientación para ayudarle a usted y a su dentista a gestionar cualquier efecto secundario en la mandíbula. Si se somete a extracciones u otros procedimientos dentales invasivos, deberá esperar hasta que su boca se haya curado por completo antes de tomar bifosfonatos.

Reducción de tumores óseos

El daño óseo puede tratarse mediante radioterapia en la zona afectada. Nuestros médicos dirigirán una fuente externa de rayos X de alta intensidad a los tumores óseos, haciendo que se reduzcan. Los médicos del Memorial Sloan Kettering utilizan técnicas de vanguardia, como la radioterapia guiada por imagen, para dirigir los haces de radiación al lugar específico de un tumor con gran precisión.

Cuando las células del mieloma mueren, el hueso comienza a reemplazar el tejido canceroso perdido. Eso hace que sea más fuerte, menos doloroso y menos propenso a romperse.

Problemas de columna

El dolor de espalda suele ser el primer síntoma del mieloma múltiple. Dado que los problemas de espalda son comunes, es posible que no se asocien inicialmente con la enfermedad. Sin embargo, un dolor de espalda que dura meses puede ser una señal de que el mieloma múltiple está afectando a los huesos de la columna vertebral o a las costillas.

Un dolor de espalda intenso y repentino puede ser un signo de una fractura o del colapso de una vértebra de la columna. La rápida intensificación del dolor o el dolor asociado a la debilidad muscular pueden indicar una fractura que causa la compresión de la médula espinal. El dolor punzante en los brazos o las piernas puede significar que un tumor en la columna vertebral está presionando los nervios de esa zona.

Debe notificar a su médico inmediatamente si tiene estos síntomas.

Expertos en estabilización de la columna vertebral

Nuestros médicos utilizan un enfoque multidisciplinar para abordar los daños en las vértebras de la columna vertebral en personas con mieloma múltiple. El equipo de tumores de columna del MSK incluye a líderes internacionales en neurocirugía, cirugía ortopédica, oncología radioterápica y neurorradiología.

Nuestro equipo de radiología intervencionista utiliza técnicas no quirúrgicas para estabilizar la columna y reparar fracturas en las vértebras antes de la radioterapia o la cirugía. Estas terapias mínimamente invasivas proporcionan un alivio del dolor para los tumores que no responden a la radiación.

En una terapia llamada vertebroplastia, el médico inyecta un tipo especial de cemento óseo directamente en una vértebra colapsada. Otra técnica es la cifoplastia. Para esta terapia, se introduce en la vértebra un pequeño globo llamado pinza y se infla. Esto crea un espacio en el que se inyecta el cemento óseo. Los procedimientos suelen realizarse de forma ambulatoria y pueden ayudar a mejorar la movilidad y la calidad de vida.

Para las personas en las que la cifoplastia no es eficaz, nuestro equipo de radiología intervencionista está estudiando si es útil insertar una varilla estabilizadora a través de la piel para dar soporte a la columna. Esto podría evitar la necesidad de cirugía.

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