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¿Qué es la enfermedad pilonidal?

La enfermedad pilonidal es un problema cutáneo crónico que se encuentra con mayor frecuencia en la región sacrococcígea. Se trata de la hendidura entre las nalgas, justo debajo de la base de la columna vertebral. Se caracteriza por la presencia de uno o varios senos, que son cavidades con una abertura estrecha en la superficie de la piel (seno pilonidal). En la mayoría de los casos, la cavidad está llena de nidos de pelo, de ahí el nombre pilonidal («pilus» significa pelo y «nidal» significa nido). Un bulto no inflamado se conoce como quiste pilonidal. Si el seno se infecta, puede formarse un absceso pilonidal.

Senos pilonidales

¿Qué causa la enfermedad pilonidal?

La razón exacta por la que se produce la enfermedad pilonidal aún no está clara. Las posibles causas son:

  • Algunas personas nacen con pequeños agujeros o pozos cerca de la base de la columna vertebral. Estos son, de hecho, folículos pilosos agrandados.
  • Oclusión folicular; algunas personas son genéticamente propensas a ello. También pueden padecer hidradenitis supurativa, acné conglobata y celulitis disecante (síndrome de oclusión folicular o tétrada).
  • Cuando se someten a fricción y movimiento, los folículos se lesionan y se alteran, de modo que el pelo asoma a través de la pared del folículo en la piel circundante estableciendo una reacción de cuerpo extraño.
  • Los pelos vecinos o los pelos libres de otras partes del cuerpo se acumulan en la fosa e invaden la pequeña abertura creada por los folículos pilosos distorsionados.
  • Bacterias cutáneas y perineales como Staphylococcus aureus y especies de Bacteroides invaden la abertura y causan infección.

¿Quiénes padecen la enfermedad pilonidal?

La enfermedad pilonidal afecta tanto a hombres como a mujeres, normalmente entre los 20 y los 40 años. Es 2-3 veces más frecuente en los hombres que en las mujeres. Otros factores que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad pilonidal son:

  • Vello grueso, rizado o arrugado
  • Obesidad
  • Predisposición familiar
  • Poca higiene
  • Sentada prolongada o fricción de las nalgas que provoca un aumento de la sudoración
  • Lesión local repetida (conocida en su día como «enfermedad del jinete del Jeep» ya que hospitalizó a más de 80,000 soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial)
  • Hidradenitis supurativa coexistente

¿Cuáles son los signos y síntomas?

Los signos y síntomas pueden variar desde una pequeña fosa u hoyo indoloro en la base de la columna vertebral hasta un gran absceso doloroso. La mayoría de los pacientes presentan una sensibilidad progresiva, sobre todo después de períodos prolongados de estar sentados, como durante un viaje largo en coche. Los signos y síntomas incluyen:

  • Dolor, enrojecimiento e hinchazón
  • Pequeño orificio u orificios que drenan líquido que puede ser claro, turbio o sanguinolento
  • Si está infectado, el pus que drena puede tener mal olor
  • Fiebre, malestar o náuseas
  • Tractos visibles o abultados de 2 a 5 cm de longitud en la enfermedad pilonidal crónica o recurrente

¿Cómo se hace el diagnóstico?

Las características clínicas del seno pilonidal suelen ser sencillas. Si es necesario, se puede realizar una biopsia de piel. Las características histopatológicas del seno pilonidal suelen mostrar una reacción a cuerpo extraño.

¿Qué tratamiento existe?

Un quiste pilonidal que no causa ningún problema no requiere ningún tratamiento. Se debe aconsejar al paciente que mantenga la zona limpia y sin vello afeitándose o utilizando un producto de depilación cada 2-3 semanas. El quiste puede resolverse por sí solo. Los quistes persistentes e inflamados (absceso pilonidal agudo) se inciden (cortan) y se drenan para reducir la inflamación y el dolor. En ocasiones, la cavidad del absceso puede cortarse por completo para eliminar los nidos de pelo y los restos de piel; esto reduce la tasa de recurrencia a aproximadamente el 15%.

La enfermedad del seno pilonidal persistente, compleja o recurrente debe tratarse quirúrgicamente. Los procedimientos varían desde la extirpación del techo de los senos hasta la escisión amplia y profunda (es decir, se recortan completamente todas las zonas afectadas). En todos los casos, la cavidad se restriega y se raspa para eliminar el pelo y el tejido de granulación que cicatriza de forma anormal. Existen varias técnicas para la cicatrización y el cierre de las heridas; entre ellas se encuentran

  • Vestir o taponar las heridas abiertas
  • Marsupialización (formación de una bolsa), que da lugar a una herida más pequeña en comparación con las heridas que se dejan abiertas para que granulen
  • Cierre mediante colgajos de piel para escisiones amplias.

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