Gustave

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Se cree que un enorme cocodrilo del Nilo, conocido como Gustave, pesa más de 140 piedras y mide hasta 18 pies de largo, y es responsable de la muerte de hasta 300 personas en Burundi. Desde al menos 1987, los habitantes de las proximidades del río Ruzizi y del lago Tanganica hablaban de un cocodrilo gigante que se cebaba frecuentemente con los humanos.

Se dice que Gustave cazaba y mataba con frecuencia a los humanos porque sí, dejando los cadáveres de sus víctimas sin comer. Viajando en un patrón de bucle entre los asentamientos a lo largo de las orillas del noreste del lago Tanganica, Gustave frecuentemente tomaba entre 10 y 20 víctimas durante sus viajes.

Lago Tanganica. Imagen: Zambia Tourism

Al haber eludido los intentos de científicos y equipos de filmación por capturarlo, gran parte de lo que se sabe sobre Gustave proviene de relatos de testigos presenciales de diversa credibilidad. Las primeras estimaciones situaban su edad en torno a los 100 años, dado su enorme tamaño; sin embargo, desde entonces se ha observado que todavía tiene los dientes prácticamente intactos, lo que hace más probable que tenga unos 60 años. Se cree que su gran tamaño es la principal razón por la que Gustave caza con frecuencia a los humanos, ya que es demasiado lento para cazar presas más comunes, como antílopes y cebras. También se ha informado de que ha cazado con éxito hipopótamos en múltiples ocasiones.

En 2004, un grupo de científicos y cineastas dirigidos por el herpetólogo Patrice Faye visitó Burundi, con la intención de capturar a Gustave. A pesar de pasar dos meses cazándolo, no tuvieron éxito: una jaula trampa de una tonelada no logró atraer al gigante, mientras que varios lazos grandes colocados capturaron cocodrilos más pequeños pero no el objetivo del equipo. Durante su última semana, el equipo cebó la jaula con una cabra viva. Durante una fuerte lluvia nocturna, la cámara de infrarrojos colocada dentro de la jaula falló, dejando al equipo desconcertado a la mañana siguiente cuando encontraron que la cabra había desaparecido.

Una fotografía que confirma que muestra al cocodrilo del Nilo conocido como Gustave. Imagen: National Geographic

Los intentos de otros cazadores resultaron igual de infructuosos, dejando a Gustave con varias cicatrices de heridas de bala pero con poco más que mostrar por sus esfuerzos. Algunos cazadores locales llegaron a creer que el cocodrilo podía aparecer y desaparecer a voluntad, o incluso que era un espíritu primitivo de la naturaleza más que un animal corriente. Los testigos de sus ataques citan con frecuencia una distintiva cicatriz de bala en la parte superior de la cabeza.

El último relato fiable de Gustave procede de 2015, donde se le vio arrastrando a un búfalo adulto hasta su muerte tras arrebatarlo de la orilla de un río. Desde entonces no se le ha visto, sin embargo, como no hay otros depredadores capaces de suponer una amenaza para él y se ha registrado que los cocodrilos salvajes viven hasta un siglo, hay muchas posibilidades de que el gigante siga entre los lagos y ríos de Burundi.

Imagen de portada: Un gran cocodrilo del Nilo adulto. Imagen: Bernard Gagon

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