¿Qué es la mielopatía degenerativa?
La mielopatía degenerativa (DM) es una enfermedad crónica de la médula espinal caracterizada por el deterioro progresivo de la misma. La DM se da con mayor frecuencia en los pastores alemanes, los corgis galeses de Pembroke, los bóxers, los Rhodesian Ridgebacks y los Chesapeake Bay Retrievers, pero se ha registrado en otras razas de perros.
¿Cuáles son los síntomas de la mielopatía degenerativa?
La mielopatía degenerativa ocurre típicamente en perros mayores de 5 a 6 años de edad, y se manifiesta como debilidad en una o ambas extremidades traseras que progresa lentamente a la parálisis de ambas extremidades traseras durante varios meses. Con el tiempo, los perros acaban sufriendo parálisis en las extremidades delanteras y desarrollan incontinencia fecal y urinaria. La enfermedad no es dolorosa.
¿Cómo se diagnostica?
La mielopatía degenerativa (DM) sólo puede diagnosticarse definitivamente identificando los cambios microscópicos clásicos en la médula espinal en la autopsia. La DM se sospecha fuertemente en perros en los que se descartan todas las demás causas de enfermedad neurológica.
El diagnóstico de la DM se hace con una combinación de historia, examen neurológico, radiología y pruebas genéticas. Los perros tendrán una historia de debilidad lentamente progresiva, no dolorosa, y ataxia (andar tambaleante) junto con atrofia muscular (reducción de la masa muscular). Se suelen hacer radiografías y resonancias magnéticas para buscar otras causas de debilidad progresiva, como el cáncer y la enfermedad crónica del disco intervertebral. El análisis del líquido cefalorraquídeo suele mostrar un aumento de las proteínas. No es infrecuente que los perros con mielopatía degenerativa tengan también una enfermedad discal crónica, y decidir si la anomalía de la marcha se debe a la compresión de la enfermedad discal crónica o a una posible mielopatía degenerativa puede ser difícil en algunos perros.
Recientemente, la DM se ha asociado a una mutación genética en el gen de la superóxido dismutasa, que actúa como antioxidante. Actualmente existe una prueba genética disponible a través de la Universidad de Missouri para identificar a los portadores de esta mutación genética. Los perros portadores de la mutación pueden potencialmente tener la enfermedad; sin embargo, es importante entender que tener la mutación no equivale a tener DM. La mutación es muy prevalente en ciertas razas (por ejemplo, el 35 por ciento de los perros pastor alemán son positivos para la mutación, pero no todos tienen la enfermedad). Es poco probable que los perros que no tienen la mutación genética tengan DM. La genética de la DM es muy complicada y puede diferir entre las diferentes razas de perros.
¿Cómo se trata la mielopatía degenerativa?
Desgraciadamente, no hay ningún tratamiento eficaz probado para la mielopatía degenerativa. El único tratamiento que ha demostrado algún beneficio es la fisioterapia regular para retrasar potencialmente la progresión de los signos neurológicos. Se han sugerido varios suplementos, terapia con células madre y dietas, pero nunca se ha demostrado científicamente su eficacia.
¿Cuál es el pronóstico?
La mielopatía degenerativa progresa a diferentes ritmos en cada animal, pero como no existe un tratamiento eficaz el pronóstico es reservado. Muchos propietarios optan por comprar carros de extremidades traseras para permitir que sus perros se muevan cuando no pueden utilizar las extremidades traseras. La continencia suele conservarse hasta las fases finales de la enfermedad.