Antes de contraer un resfriado grave, es posible que empiece a sentirse un poco raro: Tal vez tenga un cosquilleo en la parte posterior de la garganta o esté un poco más perezoso de lo habitual. No está resfriado (al menos no todavía), pero tiene síntomas sutiles que sugieren que está a punto de sufrir uno.
A veces, las enfermedades graves, incluso las que no se consideran infecciosas, también presentan este tipo de señales de advertencia temprana. Una nueva investigación sugiere que la artritis psoriásica (APS) podría ser una de ellas.
El estudio, publicado en la revista Arthritis Care & Research, utilizó los registros sanitarios canadienses para averiguar qué tipo de recursos sanitarios habían utilizado los pacientes con APS en los años previos a su diagnóstico. Determinaron que más de un tercio (el 36%) acudió a su médico de cabecera por problemas musculoesqueléticos (como dolor o rigidez en las articulaciones) en los cinco años anteriores a su diagnóstico de APS.
Por supuesto, hay muchas otras razones, además de la APS, por las que alguien puede desarrollar dolor articular o muscular. De hecho, el mismo estudio descubrió que el 24 por ciento de las personas que no desarrollaron APS también acudieron a su médico por problemas similares durante el mismo periodo de tiempo. Pero los investigadores descubrieron que los pacientes con PsA también eran más propensos a haber visitado a un especialista musculoesquelético, a recibir una inyección en la articulación, a hacerse una prueba de imagen de la articulación o a acudir al servicio de urgencias de un hospital durante ese periodo de cinco años.
Concluyeron que la APS puede tener una fase «prodrómica» -síntomas muy tempranos, como ese cosquilleo en la garganta antes de un resfriado- que podría tener el potencial de ayudar a los médicos a diagnosticar la APS antes.
«Está bien documentado que las anomalías inmunológicas de varias afecciones reumáticas, como la AR y el lupus, comienzan muchos años antes de la presentación clínica de la enfermedad», escribieron los autores. «Aunque hay menos información sobre las fases previas al diagnóstico de la PsA, los estudios que utilizan diversas modalidades de imagen han documentado una inflamación subclínica en las articulaciones y entesis en pacientes con psoriasis sin síntomas musculoesqueléticos. Se ha demostrado que los biomarcadores inflamatorios anormales en la sangre predicen la aparición de la PsA entre los pacientes con psoriasis. Los nuevos datos apoyan la presencia de una fase prodrómica en una proporción significativa de pacientes con PsA.»
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