Desgarro del Labrum Glenoideo (Desgarro de la articulación del hombro)

¿Qué es el Labrum Glenoideo?

El labrum glenoideo es un tejido fibrocartilaginoso dentro de la cavidad glenoidea de la articulación del hombro. El propósito del labrum glenoideo es proporcionar estabilidad y absorción de impactos dentro de la articulación.

¿Qué es un desgarro del labrum glenoideo?

La articulación del hombro está formada por el omóplato (escápula), la clavícula y el hueso superior del brazo (húmero). La cabeza del húmero descansa en una cavidad del omóplato llamada glenoidea. La cabeza del húmero es mucho más grande que la cavidad, y un borde de tejido fibroso blando llamado labrum rodea la cavidad y se une a ella para ayudar a estabilizar la articulación. El borde profundiza la cavidad hasta un 50% para que la cabeza del húmero encaje mejor. Un desgarro del labrum puede ser consecuencia de un traumatismo o de un movimiento repetitivo del hombro.

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Signos y síntomas del desgarro del labrum glenoideo

Los síntomas del desgarro del labrum glenoideo pueden incluir:

  • Dolor con el movimiento por encima de la cabeza
  • Sensación de enganche, bloqueo, estallido o rechinamiento
  • Disminución de la amplitud de movimiento
  • Rigidez del hombro
  • Instabilidad del hombro
  • Debilidad del hombro, a menudo en un lado

Diagnóstico

Un examen físico incluirá la comprobación de la amplitud de movimiento, la estabilidad y el dolor, así como preguntas específicas sobre los síntomas. Se pueden utilizar procedimientos de diagnóstico avanzados y tecnología para confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento. Los procedimientos de diagnóstico habituales pueden incluir:

Estudios de imagen: Se puede solicitar una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Ambas pruebas pueden implicar la inyección de un medio de contraste.

Artrografía: Durante esta prueba, se inyecta una solución de yodo de contraste en la zona de la articulación para ayudar a resaltar las estructuras articulares, como los ligamentos, el cartílago, los tendones y la cápsula articular. Se toman varias radiografías de la articulación, utilizando un fluoroscopio, un equipo especial de rayos X que muestra inmediatamente la imagen.

Rayos X: Esta prueba de imagen habitual de los huesos o las articulaciones ayudará a descartar lesiones que afecten al hueso, pero no muestra las lesiones de los tejidos blandos.

Artroscopia: Durante este procedimiento mínimamente invasivo, se introducen pequeños instrumentos que tienen una lente y un sistema de iluminación a través de unas pequeñas incisiones para que el cirujano pueda ver el labrum.

Causas

Las lesiones del borde de tejido que rodea la cavidad del hombro pueden producirse por un traumatismo agudo o por un movimiento repetitivo del hombro. Los ejemplos incluyen:

  • Caer sobre un brazo extendido
  • Un golpe directo en el hombro
  • Un alcance violento por encima de la cabeza, como cuando se intenta detener una caída o un deslizamiento
  • Actividades en las que la fuerza se produce a distancia del hombro, como golpear un martillo, balancear una raqueta o lanzar una pelota de béisbol
  • Un tirón repentino, como cuando se intenta levantar un objeto pesado–Levantar repetidamente pesos pesados por encima de la cabeza, como en el levantamiento de pesas, la gimnasia y los trabajos de construcción

Factores de riesgo

Los factores de riesgo que pueden contribuir a la rotura del labrum glenoideo incluyen:

Lesión o traumatismo: La fuerza ejercida sobre el hombro, como la caída sobre un brazo extendido, el agarre de un objeto para evitar una caída o un tirón repentino para levantar un objeto pesado, puede provocar lesiones del labrum glenoideo.

Dislocación previa del hombro: Una vez que el labrum se ha desprendido del hueso, no vuelve a cicatrizar en el lugar correcto, lo que hace que la articulación sea inestable.

Edad: El cartílago se vuelve más frágil con la edad y es más propenso a desprenderse de la articulación del hombro.

Prevención

Aunque muchos factores de riesgo no pueden controlarse, usted puede ayudar a prevenir un desgarro del labrum glenoideo de las siguientes maneras:

Evite ciertos deportes: Los deportes que implican movimientos repetitivos por encima de la cabeza o el levantamiento de cargas pesadas por encima de la cabeza son una de las principales causas de desgarro del labrum glenoideo.

Evite las superficies heladas, húmedas o resbaladizas: Caer sobre un brazo extendido o recibir un golpe directo en el hombro son las principales causas no deportivas de una rotura del labrum glenoideo.

Pronóstico

El pronóstico de las personas con una rotura del labrum glenoideo depende de dónde se localice la rotura y de su gravedad. Si se soluciona correctamente, la mayoría de los deportistas deberían poder volver al menos al 80 por ciento de su nivel de juego anterior a la lesión con pocas o ninguna restricción.

Tratamiento y recuperación del desgarro del labrum glenoideo

Los avances en la tecnología médica están permitiendo a los médicos identificar y tratar lesiones que no se diagnosticaban hace 20 años. Por ejemplo, ahora los médicos pueden utilizar cámaras miniaturizadas para ver el interior de la articulación del hombro e identificar y tratar un desgarro del labrum glenoideo.

Los principales tratamientos para el desgarro del labrum glenoideo son:

Reposo restringido

Como mínimo, los pacientes deben aplicar hielo en el hombro y dejarlo en reposo con un cabestrillo durante cuatro a seis semanas para dar tiempo a que el labrum se vuelva a unir al borde del hueso y recupere su fuerza. Se pueden recomendar medicamentos antiinflamatorios y, en algunos casos, una inyección de cortisona en la consulta para el tratamiento del dolor.

Fisioterapia

A menudo se recomiendan ejercicios suaves, pasivos, de amplitud de movimiento y de fortalecimiento del hombro con un fisioterapeuta durante seis semanas a dos meses.

Cirugía

Si la fisioterapia fracasa y el paciente sigue sin poder realizar movimientos por encima de la cabeza, o el hombro sigue dislocándose, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para volver a unir los ligamentos rotos y el labrum al hueso. La cirugía implica una incisión en la parte delantera del hombro o una técnica artroscópica. Después de la cirugía, se utiliza un cabestrillo durante tres o cuatro semanas con ejercicios de amplitud de movimiento suaves, pasivos y sin dolor. Cuando se retire el cabestrillo, se añadirán gradualmente ejercicios de movimiento y flexibilidad para fortalecer el bíceps. Los deportistas normalmente pueden empezar a hacer ejercicios específicos para el deporte seis semanas después de la cirugía, aunque pasarán de tres a cuatro meses antes de que el hombro esté completamente curado.

Complicaciones

Las complicaciones de la rotura del labrum glenoideo pueden incluir:

Dolor al dormir: El dolor suele aparecer en las cuatro a seis semanas posteriores a la lesión.

Rotación incompleta del hombro: La rehabilitación disminuye la probabilidad de rigidez permanente o pérdida de movimiento.

Aumento de la probabilidad de un futuro desgarro: Cuanto mayor sea el desgarro, mayor será el riesgo de volver a desgarrarse.

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