Una lesión del LCC en los perros es el motivo más común de las cirugías ortopédicas caninas. Los perros se desgarran o rompen el LCC (ligamento cruzado craneal), también llamado LCA, al correr, saltar y sufrir un fuerte impacto. Una lesión del LCC también puede deberse a una condición congénita de la rodilla llamada luxación rotuliana, que es más común en los perros pequeños.
Sin importar la causa, un LCC desgarrado es doloroso y puede conducir a la cojera permanente cuando no se trata. El equipo de Oakland Veterinary Referral Services quiere dar a nuestros lectores una mejor comprensión de las lesiones del CCL y cómo las tratamos.
Lesión del CCL en perros
El CCL es un tejido conectivo en la rodilla que estabiliza la parte inferior de la pierna a la parte superior. Conecta la tibia de un perro, el hueso debajo de la rodilla, al fémur, el hueso de arriba.
Las lesiones del LCC en los perros a menudo se producen debido al sobreesfuerzo en ciertos tipos de ejercicio de mayor impacto. Los perros que son más atléticos son propensos a las lesiones del LCC, al igual que los atletas humanos que a menudo se rompen el LCC en sus rodillas. Algunas mascotas se desgarran el CCL haciendo algo tan simple como un movimiento brusco o saltando de la cama.
Los síntomas de las lesiones del CCL en los perros incluyen:
- Lamidez o cojera
- Favorecer una pierna
- Rigidez después del ejercicio
- Hinchazón alrededor de la rodilla
- Dificultad para acostarse o levantarse
- Dolor o sensibilidad cerca de la rodilla lesionada
Muchas veces, estos síntomas aparecen gradualmente, y los síntomas y la cojera empeoran progresivamente con el tiempo.
Diagnóstico del traumatismo del LCC
Uno de los indicadores clave de una lesión del LCC en perros es el «signo del cajón». Durante el examen de su mascota, su veterinario evaluará la pata de su perro sosteniendo el fémur en su lugar mientras mueve la tibia hacia afuera. Si se mueve de una manera que es como abrir un cajón, el movimiento de deslizamiento hacia fuera es un signo revelador de que el CCL de su mascota está lesionado.
Una vez que su veterinario haya examinado físicamente a su perro, pedirá radiografías para determinar la gravedad de la lesión y si hay líquido en las articulaciones, o artritis. Hay un gran rango en el nivel de lesión visto en las lesiones del CCL. Estas incluyen un desgarro parcial que involucra al menisco, un desgarro completo o un desgarro completo con un desgarro secundario del menisco. Incluso los desgarros parciales varían según el grado.
Es por ello que la gravedad de la lesión del LCC de cada perro en el ligamento y en las estructuras de soporte circundantes determina si es necesaria la cirugía. Si su perro requiere cirugía, su veterinario puede remitirle a un cirujano veterinario especializado en cirugías ortopédicas.
Cirugía del CCL en perros
Hay cuatro procedimientos exploratorios y quirúrgicos comunes para corregir una ruptura del CCL en perros. Estos incluyen:
- Sutura lateral o extracapsular – A menudo recomendada para perros de tamaño pequeño o mediano, esta cirugía estabiliza la babilla (rodilla) mediante el uso de suturas colocadas en el exterior de la articulación. Es una de las cirugías más frecuentes para este tipo de lesiones y es adecuada para perros de menos de 15 kilos.
- Antroposcopia – La artroscopia es un medio mínimamente invasivo para visualizar las estructuras de la rodilla, los ligamentos cruzados craneales y caudales. La técnica ofrece una mejor visualización y ampliación de las estructuras articulares. Esta tecnología permite realizar incisiones quirúrgicas mínimas para desgarros parciales del LCC y del menisco.
- Cirugía TPLO (osteotomía de nivelación de la meseta tibial) – La cirugía TPLO se ha hecho más popular y es la mejor opción para las razas grandes. El procedimiento consiste en cortar y nivelar la meseta tibial. A partir de ahí, el cirujano estabiliza la meseta tibial mediante una placa y tornillos. Esta cirugía elimina la necesidad del propio ligamento.
- TTA (Avance de la Tuberosidad Tibial) – El TTA también corrige la necesidad del CCL cortando la parte superior de la tibia, moviéndola hacia delante, y estabilizándola en su nueva posición utilizando una placa. Por lo tanto, el objetivo con TTA es reemplazar la función del ligamento por completo, en lugar de repararlo.
Su cirujano veterinario puede aconsejarle sobre las mejores opciones quirúrgicas para su dulce cachorro. En perros de menos de 30 libras, hay casos de recuperación sin cirugía mediante reposo, antiinflamatorios y rehabilitación física. Mucho depende del tamaño de su mascota, de su salud general y de la gravedad de la lesión del LCC de su perro.
Si su perro ha sufrido una lesión del LCC, o si desea información adicional sobre las opciones quirúrgicas y de rehabilitación, póngase en contacto con nosotros.