¿Qué es el apego emocional?
- El apego emocional es la tendencia a aferrarse a las personas, a las creencias, a los hábitos, a las posesiones y a las circunstancias, y el rechazo a dejar ir e intentar cosas nuevas.
- Cuando estás apegado emocionalmente, eres incapaz o no estás dispuesto a dejar ir, hacer cambios o salir de tu zona de confort y hacer cosas nuevas.
- El apego emocional también significa falta de libertad, porque te atas a las personas, a las posesiones, a los hábitos y a las creencias, y evitas el cambio y todo lo nuevo. Esto significa que si pierdes algo a lo que estás apegado, te sientes mal e infeliz.
Cuando te apegas emocionalmente a ciertos hábitos o creencias, te resulta difícil cambiarlos, y se hace difícil ver las cosas desde un punto de vista diferente..
Si te apegas demasiado a las personas, esto a veces puede llevarte a la infelicidad y al sufrimiento, cuando no estás de acuerdo con ellas en ciertos asuntos, o si te dejan.
Cuando construyes apegos emocionales, puede resultarte difícil soltarlos cuando algo va mal. Tampoco estarás dispuesto a salir de tu zona de confort y hacer algo diferente, conocer gente nueva o cambiar tus creencias.
Cuando te acostumbras a una determinada situación o hábitos, construyes fuertes lazos que te atan como cuerdas, y se hace difícil soltar y hacer cambios.
A la mayoría de la gente le cuesta soltar
Esto puede parecer extraño, pero las personas que tienen malas relaciones, aunque puedan sufrir, a menudo, continúan la relación, incapaces de terminarla. Se sienten apegados a la otra persona, aunque no haya amor entre ellos.
Imagina lo libre, aliviado y feliz que serías, si pudieras:
– Mantener la calma y el aplomo en situaciones estresantes.
– Dejar ir los pensamientos y sentimientos negativos.
– Dejar de tomarte las cosas como algo personal.
– Protégete de las personas estresantes.
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Hay casos, en los que una persona se siente mal en una relación, y sin embargo continúa con ella, debido al miedo a estar solo y a tener que enfrentarse a los cambios en la vida.
Las personas también pueden apegarse a sus posesiones, y se niegan a tirar o regalar las cosas que ya no necesitan. Se limitan a acumular cosas, incapaces de desprenderse de ellas cuando ya no las necesitan o cuando se vuelven inútiles.
A veces, el apego emocional aparece cuando hay que hacer cambios en la vida, desde cambiar de vestuario o de hábitos alimenticios, hasta empezar un nuevo trabajo o trasladarse a otra ciudad. En esos momentos, puede haber una resistencia interior y una reticencia a realizar los cambios.
Un gran número de personas prefiere evitar hacer cambios, aunque vivan situaciones incómodas.
Estas personas están tan acostumbradas a sus hábitos de vida y apegadas a su actual modo de vida, que cualquier cambio les parece amenazador. Tienen miedo de cambiar las condiciones que conocen bien, y se niegan a salir de su zona de confort. Esta es una de las formas de apego emocional.
«Sólo pierdes aquello a lo que te aferras». – Buda
Apego emocional a las personas
Cuando te acostumbras a la presencia de ciertas personas en tu vida, ¿te sientes incómodo cuando se van o te dejan, aunque sea temporalmente?
Esto es natural, sin embargo, cuando hay demasiada implicación emocional, y cuando ésta se vuelve demasiado exagerada, puede convertirse en un problema, y sufrirás innecesariamente.
Hay otra cara del apego emocional a las personas. Cuando hay demasiado apego emocional a las personas, permites que te transfieran sus problemas, ansiedades y estrés. Esto puede afectar negativamente a tus sentimientos y a tu estado de ánimo.
Hay otra razón por la que debes tener cuidado con el exceso de apego. Demasiado puede provocar celos, ira y peleas.
Apego emocional a las posesiones
- ¿Acumulas cosas? ¿Agonizas si pierdes algo que posees, o si algo se estropea?
- ¿Hay algo que te entristezca o enfade si lo pierdes?
- ¿Hay algo, que sientas que tu vida no valdría mucho si lo pierdes?
Esto se debe al excesivo apego emocional a las posesiones.
Puede parecer extraño, pero la gente está apegada a sus smartphones, a cierta ropa o a otras posesiones. Es como un niño que está apegado a su juguete o a su muñeca.
Está bien tener posesiones y disfrutar de ellas, pero hay que desarrollar un cierto grado de desapego, de modo que si se pierde algo se mantenga la calma y el aplomo.
Todo en la vida va y viene. Aceptar esta idea te permite dejar ir, desarrollar cierto grado de desapego, eliminar tus apegos y estar dispuesto a avanzar, salir de tu zona de confort y hacer cambios en tu vida.
Apego a los hábitos
Fumar, comer en exceso y trabajar en exceso son hábitos adictivos. Las personas que son adictas a ellos saben que estos hábitos no son saludables para ellos. Sin embargo, no tienen la fuerza interior ni el deseo de superarlos.
Las personas que fuman mucho, por ejemplo, o las personas a las que les encanta comer, no están dispuestas a abandonar estos hábitos. Sienten que perderían algo importante si los abandonan. Sienten que no pueden vivir sin su hábito, pero se equivocan.
La vida sería mucho mejor sin estos hábitos, pero para superarlos hay que trabajar un poco. Tendrás que resistirte a ellos una y otra vez, y eliminar tu apego a ellos. Esto requiere que aprendas algo de fuerza de voluntad, autodisciplina y motivación.
Apego emocional a situaciones y lugares
Otra fase del apego emocional es el hábito de aferrarse a situaciones o lugares. Es posible que no queramos mudarnos a otra casa o a otra ciudad, porque queremos quedarnos con el entorno familiar y las personas que conocemos, incluso cuando el cambio es bueno para nosotros.
A menudo no queremos cambiar nada de lo que estamos acostumbrados a hacer, ya que nos resulta familiar y seguro. Esta actitud impide el progreso y la mejora.
Apego emocional a los recuerdos
Vivir el pasado, independientemente de si fue bueno o malo, y añorar el pasado, te mantiene en el pasado. El pasado se ha ido y no puedes traerlo de vuelta. El futuro aún no ha ocurrido. Lo único que existe es el momento presente. Este es el único tiempo real que existe.
Para ser feliz y tener éxito, tienes que dejar de insistir en tus malos recuerdos y revivirlos. Tienes que empezar a vivir en el presente. Tienes que centrarte en el momento presente, disfrutarlo y aprovecharlo al máximo. Esto te liberaría de la mayoría de tus apegos emocionales.
El apego emocional, cuando es exagerado, es como cadenas que te atan y te quitan la libertad. Liberarte de estas cadenas te aporta paz interior, felicidad, sentido común y libertad de elección.
Puedes amar, tener posesiones y, sin embargo, no permitir que interfieran con tu juicio y tus elecciones ni que limiten tu libertad. Para ello, necesitarás desarrollar un poco de desapego.
Espero que este artículo haya aclarado un poco lo que significa el apego emocional y haya contribuido a su definición.
«El apego es el gran fabricante de ilusiones; la realidad sólo puede ser alcanzada por alguien desapegado.»
– Simone Weil
«El apego al pasado y los temores relativos al futuro no sólo gobiernan la forma en que seleccionas las cosas que posees, sino que también representan los criterios por los que tomas decisiones en todos los aspectos de tu vida, incluyendo tus relaciones con la gente y tu trabajo.»
– Marie Kondo
Imagina lo libre, aliviado y feliz que serías, si pudieras:
– Mantener la calma y el aplomo en situaciones estresantes.
– Dejar ir los pensamientos y sentimientos negativos.
– Dejar de tomarte las cosas como algo personal.
– Protegerte de las personas estresantes.
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Acerca del autor
Remez Sasson es el autor y creador del sitio web Success Consciousness. Es autor de libros y artículos que motivan y ayudan a las personas a mejorar su vida, alcanzar el éxito, ganar fuerza y paz interior, y ser más positivos y felices.
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