Defecto del campo visual, un punto ciego (escotoma) o área ciega dentro del campo normal de uno o ambos ojos. En la mayoría de los casos los puntos o áreas ciegas son persistentes, pero en algunos casos pueden ser temporales y cambiantes, como en los escotomas de la migraña. Los campos visuales del ojo derecho y del izquierdo se superponen significativamente, y los defectos del campo visual pueden no ser evidentes sin pruebas específicas de cada ojo por separado. Las causas de los defectos del campo visual son numerosas e incluyen el glaucoma, las enfermedades vasculares, los tumores, las enfermedades de la retina, las enfermedades hereditarias, la neuritis óptica y otros procesos inflamatorios, las deficiencias nutricionales, las toxinas y los fármacos.
Ciertos patrones de pérdida de campo visual ayudan a establecer una posible causa subyacente. Por ejemplo, la constricción generalizada del campo visual puede deberse a un glaucoma, una retinosis pigmentaria, una histeria o una presión intracraneal elevada y crónica. Los aumentos de la presión intracraneal también pueden causar el agrandamiento del punto ciego natural debido a la hinchazón anormal de los discos ópticos de ambos ojos, una condición llamada papiledema.
Cuando se producen defectos en el campo visual de un solo ojo, la causa puede estar localizada en el ojo o en las vías visuales anteriores (antes de que los dos nervios ópticos se unan en el quiasma óptico). En cambio, los defectos que afectan a los campos visuales de ambos ojos a menudo (pero no siempre, como en el caso del glaucoma) reflejan procesos patológicos en el quiasma óptico o más atrás en el cerebro. La condición específica en la que los defectos del campo visual están presentes en las mitades correspondientes de los campos del ojo derecho e izquierdo se denomina hemianopía homónima, mientras que los defectos que afectan a las mitades externas o internas de ambos campos visuales se denominan hemianopía bitemporal o binasal, respectivamente.
La extensión y la ubicación de las áreas ciegas en los campos visuales pueden proporcionar más pistas sobre la localización de la lesión responsable. La hemianopía bitemporal sugiere, por ejemplo, una lesión en el quiasma óptico, el punto en el que los nervios ópticos de los dos ojos se unen e intercambian algunas de las fibras nerviosas de cada retina. Un tumor de la hipófisis puede presionar el quiasma y tener este efecto. La demostración precisa de los defectos del campo visual puede lograrse mediante la perimetría, en la que el individuo afectado fija su mirada hacia delante e indica si puede ver unas luces especiales de prueba proyectadas en una pantalla abovedada iluminada.