Abuso de laxantes

El abuso de laxantes se produce cuando una persona intenta eliminar calorías no deseadas, perder peso, «sentirse delgada» o «sentirse vacía» mediante el uso repetido y frecuente de laxantes. A menudo, se abusa de los laxantes después de los atracones de comida, porque la persona cree erróneamente que los laxantes actuarán para eliminar los alimentos y las calorías antes de que puedan ser absorbidos, pero eso no ocurre realmente. El abuso de los laxantes es grave y peligroso, y a menudo da lugar a diversas complicaciones de salud y, en ocasiones, provoca enfermedades que ponen en peligro la vida.

EL MITO DE LOS LAXANTES

La creencia de que los laxantes son eficaces para controlar el peso es un mito. De hecho, cuando los laxantes actúan en el intestino grueso, la mayoría de los alimentos y calorías ya han sido absorbidos por el intestino delgado. Aunque los laxantes estimulan artificialmente el vaciado del intestino grueso, la «pérdida de peso» causada por un movimiento intestinal inducido por un laxante contiene poco alimento, grasa o calorías reales. En cambio, el abuso de laxantes provoca la pérdida de agua, minerales, electrolitos y fibra no digerible y desechos del colon. Este «peso de agua» regresa tan pronto como el individuo bebe algún líquido y el cuerpo se rehidrata. Si la persona que abusa de los laxantes de forma crónica se niega a rehidratarse, corre el riesgo de deshidratarse, lo que pone a prueba los órganos y, en última instancia, puede causar la muerte.

CONSECUENCIAS SANITARIAS DEL ABUSO DE LAXANTES

  • Alteración de los equilibrios electrolíticos y minerales. El sodio, el potasio, el magnesio y el fósforo son electrolitos y minerales que están presentes en cantidades muy específicas necesarias para el buen funcionamiento de los nervios y los músculos, incluidos los del colon y el corazón. La alteración de este delicado equilibrio puede provocar un funcionamiento inadecuado de estos órganos vitales.
  • La deshidratación grave puede provocar temblores, debilidad, visión borrosa, desmayos, daños renales y, en casos extremos, la muerte. La deshidratación suele requerir tratamiento médico.
  • La dependencia de los laxantes se produce por su uso excesivo, y puede hacer que el colon deje de reaccionar a las dosis habituales de laxantes, de modo que se necesiten cantidades cada vez mayores de laxantes para producir las deposiciones.
  • Puede producirse un daño en los órganos internos, incluido el estiramiento o la «pereza» del colon, la infección del colon, el síndrome del intestino irritable y, en raras ocasiones, daños en el hígado. El abuso crónico de laxantes puede contribuir al riesgo de cáncer de colon.

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Tratamiento

Superar el abuso de laxantes requiere trabajar con un equipo de profesionales de la salud con experiencia en el tratamiento de los trastornos alimentarios, incluyendo un médico general, un psiquiatra, un psicólogo o un consejero, y un dietista registrado. También es útil el apoyo de amigos y familiares cercanos. Reunirse con otras personas para hablar de sus ansiedades, preocupaciones y dificultades puede ayudar mucho a superar los momentos difíciles del proceso de recuperación.

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