5 señales de que su hijo podría tener neumonía

Su hijo ha estado tosiendo, estornudando y teniendo temperatura. ¿Es un resfriado común o podría ser algo más serio como la neumonía?

El Dr. Jonathan Auth, pediatra del CHOC, ofrece cinco señales de que su hijo podría tener neumonía.

A simple vista, los síntomas pueden ser similares. Pero el Dr. Jonathan Auth, pediatra del CHOC, dice que los padres pueden buscar cinco signos clave que indican que su hijo puede haber desarrollado una neumonía bacteriana, una infección de los pulmones:

1. Gruñidos

Escuche la respiración del niño. Un gruñido constante asociado a su respiración suele ser una señal de alarma, dice el Dr. Auth.

2. Aleteo

Preste atención a las fosas nasales del niño. ¿Se abren y cierran al respirar? Esto puede ser un signo de que la respiración se ve afectada a mayor profundidad en los pulmones.

3. Retracciones

Examine atentamente el torso del niño donde el abdomen se une a la caja torácica. Mientras respira, busque un movimiento de succión de la piel. Denominado retracción, este movimiento indica que el niño tiene dificultades para respirar.

4. Fiebre de aparición tardía

Una fiebre que aparezca más de tres días después de que los síntomas del resfriado hayan aparecido por primera vez podría ser un indicador de neumonía u otra infección secundaria, dice el Dr. Auth. Por lo general, si la fiebre acompaña a un resfriado, suele aparecer al principio de la enfermedad. Una fiebre tardía suele ser un signo de problemas.

5. Aumento de la frecuencia respiratoria

Busque una respiración más rápida en su hijo. Esto varía según la edad, pero el Dr. Auth dice que una buena regla general es que un bebé menor de 2 meses que toma más de 60 respiraciones por minuto; un bebé de 2 a 11 meses que toma más de 50; y los niños mayores de 1 que toman 40 o más respiraciones por minuto deben ser evaluados por un pediatra.

Cómo evitar que un resfriado se convierta en neumonía:

No hay una manera segura de asegurar que una neumonía no siga a un resfriado, pero los padres pueden tomar algunas medidas para minimizar la posibilidad.

En primer lugar, hay que mantener al niño hidratado mediante el consumo de líquidos y un humidificador, dice el doctor Auth.

El objetivo es asegurar que las secreciones mucosas del cuerpo no se sequen y espesen para crear un caldo de cultivo para las bacterias que causan la neumonía, explica.

La hidratación también evita que el tejido que recubre las cavidades del cuerpo, como las fosas nasales, se reseque. El revestimiento seco de la mucosa puede agrietarse, lo que facilita la entrada de las bacterias y la causa de la enfermedad, dice el Dr. Auth.

Los niños con asma y antecedentes de alergias también deben tomar medidas para controlar la inflamación y los alérgenos en el hogar.

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