Por June Silny
Es un hecho; una persona con TDA es difícil de amar. Nunca sabes qué decir. Es como caminar por un campo de minas. Vas de puntillas; sin saber qué paso (o palabra) será el que desencadene una explosión de emociones. Es algo que intentas evitar.
Las personas que tienen TDA/TDAH sufren. La vida es más difícil para ellos que para la persona media. Todo es intenso y magnificado. Sus mentes brillantes están constantemente en marcha creando, diseñando, pensando y no descansando nunca. Imagina lo que sentirías si tuvieras un tiovivo en tu mente que nunca deja de girar.
Desde arrebatos emocionales hasta extremos polares; el TDA presenta varios comportamientos que pueden ser perjudiciales para las relaciones. El TDA es una condición misteriosa de opuestos y extremos. Por ejemplo, cuando se trata de concentración, las personas con TDA no pueden concentrarse cuando están emocionales o cuando sus pensamientos están distraídos. Sin embargo, cuando se interesan por un tema concreto, se concentran tanto que es difícil sacarlos de esa zona. Empezar un proyecto es un reto; pero dejarlo es un reto aún mayor.
El verdadero amor es incondicional, pero el TDA presenta situaciones que ponen a prueba sus límites de amor. Ya sea tu hijo, tu novio, tu novia, tu cónyuge o tu futuro cónyuge, el TDA pone a prueba toda relación. La mejor manera de llevar la paz a la vida de ambos es aprender una nueva mentalidad para lidiar con la montaña rusa emocional que supone el TDA todo el día, todos los días.
Entender cómo se siente una persona con TDA te ayudará a ser más paciente, tolerante, compasivo y cariñoso. Tus relaciones serán más agradables y pacíficas. Esto es lo que ocurre en la mente de una persona con TDA/TDAH:
- Tienen una mente activa
- Escuchan pero no absorben lo que se dice
- Tienen dificultades para mantenerse en la tarea
- Se ponen ansiosos con facilidad
- No pueden concentrarse cuando están emocionados
- Se concentran con demasiada intensidad
- Tienen dificultades para detener una tarea cuando están en la zona
- Son incapaces de regular sus emociones
- Tienen arrebatos verbales
- Tienen ansiedad social
- Son profundamente intuitivos
- Piensan fuera de la caja
- Son impacientes e inquietos
- Son físicamente sensibles
- Son desorganizados
- Necesitan espacio para caminar
- Evitan las tareas
- No pueden recordar tareas sencillas
- Tienen muchas tareas en marcha al mismo tiempo
- Son apasionados en todo lo que hacen
Tienen una mente activa
El cerebro con TDA no se detiene. No hay un interruptor de encendido y apagado. No hay frenos que lo detengan. Es una carga que hay que aprender a manejar.
Escuchan pero no absorben lo que se dice
Una persona con TDA te mirará, escuchará tus palabras, verá cómo se mueven tus labios, pero después de las primeras cinco palabras su mente está de viaje. Todavía pueden oírte hablar, pero sus pensamientos están en el espacio exterior. Están pensando en cómo se mueven tus labios o en cómo tu pelo está fuera de lugar.
Tienen dificultades para mantenerse en la tarea
En lugar de mantener la atención en lo que tienen delante, las personas con TDA se quedan mirando los colores del cuadro de la pared. Como si caminaran por un laberinto, empiezan a moverse en una dirección, pero siguen cambiando de dirección para encontrar la salida.
Se ponen ansiosos con facilidad
Como pensadores profundos, son sensibles a todo lo que ocurre a su alrededor. Estar en un restaurante ruidoso puede sonar como si estuvieran en primera fila en un concierto de Metallica. Una noticia deprimente puede ponerlos en modo fin del mundo.
No pueden concentrarse cuando están emocionados
Si hay algo preocupante, o si están molestos, una persona con TDA no puede pensar en otra cosa. Esto hace que la concentración en el trabajo, la conversación y las situaciones sociales sea casi imposible.
Se concentran con demasiada intensidad
Cuando las puertas de su mente se abren, la persona con TDA se sumerge como un buceador que salta al océano profundo.
Tienen dificultades para detener una tarea cuando están en la zona
Y bajo el océano profundo es donde se quedan durante horas. Incluso cuando se les acaba el oxígeno, si están disfrutando de la vista, no salen a tomar aire hasta que casi se les acaba el oxígeno.
Son incapaces de regular sus emociones
Para una persona con TDA, sus emociones vuelan salvajes, desproporcionadas y no se pueden contener. Los cables enredados en sus brillantes cerebros hacen que el pensamiento y los sentimientos sean difíciles de procesar. Necesitan tiempo extra para que sus sistemas funcionen correctamente.
Tienen arrebatos verbales
Sus intensas emociones son difíciles de regular. Como dicen impulsivamente lo que piensan, suelen decir cosas de las que luego se arrepienten. Es casi imposible para ellos editar sus palabras antes de soltarlas.
Al sentirse incómodos sabiendo que son diferentes, las personas con TDA se sienten a menudo incómodas en situaciones sociales. Temen decir alguna tontería o reaccionar de forma inadecuada. Contenerse se siente más seguro.
Son profundamente intuitivos
Para las personas con TDA, la superficie es un exterior invisible en el que penetran. Ven más allá de ella. Este es el aspecto más agradable del TDA. Este rasgo inspirador es lo que hace a los genios creativos. Los inventores, los artistas, los músicos y los escritores prosperan en esta zona.
Piensan fuera de la caja
Otro aspecto maravilloso del TDA es que, como piensan de forma diferente, sus mentes abstractas ven soluciones a problemas que el pensador concreto no puede ver.
Son impacientes e inquietos
Se molestan con facilidad, quieren que las cosas sucedan de inmediato y juegan constantemente con sus teléfonos, se revuelven el pelo o hacen rebotar la pierna hacia arriba y hacia abajo; una persona con TDA necesita movimiento constante. Es una actividad zen calmante para ellos.
Son físicamente sensibles
Los lápices se sienten pesados en su mano. Las fibras de los tejidos que la mayoría de la gente no siente pueden picar. Las camas están llenas de baches. La comida tiene texturas que no puedes imaginar. Como en La princesa y el guisante, pueden sentir un guisante bajo veinte colchones.
Son desorganizados
Las pilas son su método favorito de organización. Una vez terminada una tarea, los papeles relacionados con ella se colocan en una pila, donde permanecen hasta que los montones crecen demasiado. Es entonces cuando la persona con TDA se siente abrumada, frustrada y limpia. Las personas con TDA tienen que tener cuidado de no convertirse en acaparadores. Es difícil para una persona con TDA mantener las cosas en orden porque su cerebro no funciona de forma ordenada.
Necesitan espacio para caminar
Cuando hablan por teléfono o mantienen una conversación, las personas con TDA piensan mejor cuando están en movimiento. El movimiento es calmante y aporta claridad a sus pensamientos.
Evitan las tareas
Tomar decisiones o completar tareas a tiempo es una lucha. No porque sean perezosos o irresponsables, sino porque sus mentes están llenas de opciones y posibilidades. Elegir una puede ser problemático. Es fácil evitar la toma de decisiones porque son excesivamente pensadores. Se obsesionan y habitan en las profundidades de su propia mente.
No pueden recordar tareas sencillas
Otro rasgo paradójico del TDA es la memoria. Las personas con TDA no se acuerdan de recoger la ropa en la tintorería, la leche en el supermercado o las citas. Por otro lado, recuerdan cada comentario, cita y número de teléfono que han escuchado durante el día. No importa cuántos post-its o recordatorios del calendario pongan; su mente distraída está siempre en otra parte. Los elementos visibles son más fáciles de recordar. Por eso tienen quince ventanas abiertas en su escritorio.
Tienen muchas tareas en marcha al mismo tiempo
Debido a la constante actividad en su mente, una vez que una tarea está terminada, están listos para pasar a la siguiente sin cerrar la tarea anterior. Cuanto más se haga a la vez, mejor. La multitarea es una de sus actividades favoritas.
Son apasionados en todo lo que hacen
Las emociones, los pensamientos, las palabras y el tacto de una persona con TDA son poderosos. Todo se magnifica. Esto es una bendición cuando se canaliza adecuadamente. Cuando una persona con TDA hace algo, lo hace con el corazón y el alma. Dan todo lo que tienen. Son intensos, perceptivos y profundos. Esta cualidad es la que hace que la persona con TDA sea tan adorable.
Básicamente, una persona con TDA/TDAH tiene problemas para controlar sus impulsos. También tienen muchas cualidades impresionantes que disfrutarás una vez que entiendas cómo piensan y sienten. La compasión, la empatía y la paciencia te llevarán en los momentos más difíciles. Es importante que te cuides mucho; tómate tiempo a solas con regularidad, haz lo que te gusta, busca un grupo de apoyo, un terapeuta o un amigo compasivo y sabio, tómate vacaciones frecuentes, medita, encuentra aficiones y tu propia pasión. Sobre todo, aprende a respirar.
Algunos de los más grandes inventores, artistas, músicos, empresarios y escritores tenían TDA/TDAH. Tuvieron éxito porque tenían un ser querido como tú que les apoyaba en sus luchas diarias. Sustituye tu ira por la compasión. Date cuenta de cómo luchan por hacer lo que a ti te resulta fácil. Piensa en el cerebro con TDA, como uno con el cableado eléctrico en los circuitos equivocados. La próxima vez que pienses que son perezosos, irresponsables, desorganizados y que evitan sus responsabilidades, intenta recordar lo mucho que tienen que trabajar para realizar una tarea sencilla.
Sí, las personas con TDA/TDAH son difíciles de amar, pero una vez que comprendas la carga que llevan, tu corazón se abrirá. El amor y la compasión ocuparán el lugar de la ira. Verás dentro de su alma dulce y buena.