La mención de las carencias de nutrientes puede evocar imágenes de los países en desarrollo, pero la dieta típica estadounidense también puede dejar grandes lagunas nutricionales. Según el estilo de vida y los hábitos alimentarios, algunos nutrientes pueden faltar en la población general.
Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025 identificaron varios nutrientes que se consumen poco en Estados Unidos, como el potasio, el calcio y la vitamina D. También se han encontrado ingestas bajas de hierro en las adolescentes. Y es posible que las mujeres embarazadas no puedan consumir suficiente hierro a través de los alimentos para alcanzar la mayor cantidad necesaria durante el embarazo. Es preferible obtener los nutrientes de los alimentos, pero puede haber ocasiones en las que se necesite un suplemento. Asegúrese de hablar con un médico antes de tomar cualquier suplemento dietético.
Para algunos de estos nutrientes, la deficiencia es rara. Sin embargo, unas cantidades inadecuadas a lo largo del tiempo pueden hacer que su cuerpo desarrolle síntomas. Estos también deben ser discutidos con su médico u otro proveedor de atención médica.
Aquí hay algunos ejemplos de nutrientes que algunos estadounidenses no consumen en cantidad suficiente, así como de alimentos y bebidas que los contienen:
Hierro
La baja ingesta de hierro es preocupante, sobre todo para las mujeres en edad fértil y los niños pequeños. Un signo común de una deficiencia de hierro es la fatiga. Otros síntomas de la anemia ferropénica pueden ser mareos, dolor de cabeza, sensibilidad al frío, palidez en la piel y bajo los párpados y debilidad. También pueden aparecer antojos inusuales, como de hielo o tierra. Los niños pueden tener poco apetito y letargo cuando están anémicos. La detección precoz ayuda a promover un crecimiento y desarrollo sanos y a reducir el riesgo de infección e intoxicación por plomo.
La carne magra, las aves de corral y el marisco proporcionan hierro que el cuerpo puede utilizar fácilmente. Si no consume muchos de estos alimentos, asegúrese de obtener una buena fuente de origen vegetal en cada comida: las lentejas, las alubias, las espinacas o los cereales enriquecidos con hierro cuentan. Y si además se ingiere un alimento o una bebida rica en vitamina C, ésta aumenta la absorción del hierro de los alimentos. Las mujeres embarazadas o que planean quedarse embarazadas deben consultar con su médico la necesidad de tomar un suplemento con hierro.
Calcio
Los adolescentes, los adultos mayores y las personas que siguen estilos de alimentación que limitan o evitan los productos lácteos, son los que corren mayor riesgo de padecer una deficiencia de calcio. Con el tiempo, una deficiencia de calcio puede provocar el debilitamiento de los huesos, fracturas e incluso ritmos cardíacos anormales. Entre los alimentos ricos en calcio se encuentran los productos lácteos como la leche, el yogur y el queso, así como algunos tipos de leche de soja, el tofu, el zumo de naranja enriquecido con calcio y el salmón con espinas comestibles.
Vitamina D
Los numerosos beneficios de la «vitamina del sol» todavía se están estudiando y pueden incluir ventajas como una mejor salud ósea y el apoyo al sistema inmunológico. Antes de que la estructura ósea se vea afectada, una deficiencia puede manifestarse como dolor de huesos, debilidad muscular o aumento de las infecciones. Las personas con mayor riesgo de carencia son los bebés amamantados, los adultos mayores o las personas con piel oscura, la enfermedad de Crohn o la celiaquía, o la obesidad. Los productos lácteos enriquecidos, el zumo de naranja enriquecido, el salmón y el atún son fuentes de este importante nutriente. No olvide que pasar algún tiempo al sol durante los meses más cálidos (sin quemarse) ayuda a su piel a producir vitamina D de forma natural, aunque algunos climas y el uso recomendado de protector solar pueden limitar la absorción.
Vitamina C
Aunque ya no se considera un nutriente de interés para la salud pública, la deficiencia de vitamina C puede seguir produciéndose en cualquier persona que siga una dieta muy restringida en el tiempo. Los marineros de antaño tenían que lidiar con el escorbuto por no tener acceso a productos frescos, pero la deficiencia de vitamina C no es sólo cosa del pasado. Las personas que no comen suficientes frutas y verduras corren el riesgo de una ingesta inadecuada. Si nota que le sangran las encías, que le salen moratones con facilidad y que las heridas parecen curarse con lentitud, es posible que su ingesta de vitamina C sea insuficiente. Además de las naranjas, la piña, los limones y las limas, otras buenas fuentes de esta vitamina son los pimientos, el brócoli, las patatas, la guayaba, la papaya, el kiwi y las fresas.
Si tiene alguna preocupación relacionada con las deficiencias de vitaminas o minerales, consulte a su médico o a un nutricionista diplomado.