09.06.2020
En Londres, varias obras de arte de Pablo Picasso salen a la venta al mejor postor. La subasta también ha abierto viejas heridas familiares infligidas por el pintor.
Cuando el pintor español Pablo Picasso murió de un ataque al corazón el 8 de abril de 1973, no sólo dejó tras de sí una enorme obra artística de 50.000 obras, sino un drama familiar suficiente para cubrir varias generaciones. Aunque tuvo numerosas amantes, sólo se casó con dos mujeres. Oficialmente, sólo hay un heredero legítimo de su vasta herencia: su nieta Marina Ruiz-Picasso.
El artista tuvo su primer hijo, Paulo, con la bailarina rusa Olga Khokhlova, con quien se casó en 1918 durante la Primera Guerra Mundial. Paulo habría sido el único miembro de la familia heredero indiscutible de la fortuna de su padre, pero murió de alcoholismo en 1975.
Picasso tuvo posteriormente hijos fuera del matrimonio, entre ellos Maya en 1935, Claude en 1947 y Paloma en 1949. Sólo tras la muerte de su padre y una larga batalla legal que terminó en 1975, los nietos fueron reconocidos como herederos legítimos de parte de la herencia del pintor. Esto marcó el inicio de otro capítulo de un drama familiar que continúa hasta hoy.
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Dinámica complicada
La latente disputa familiar entre la segunda esposa de Picasso, Jacqueline Roque, y los hijos de sus anteriores amantes estalló tras la muerte de Picasso en 1973. Picasso se había casado con Jacqueline en 1961 tras el fallecimiento de Olga, cuando ya tenía 80 años. Como no había dividido claramente su legado de obras de arte, villas y posesiones en vida, todo quedó en manos de los abogados para que lo repartieran tras su muerte.
Además, Picasso tenía un impuesto de sucesión de varios millones de francos sobre sus bienes. Como resultado, 3.800 obras pasaron a ser propiedad del Estado. Muchas de estas piezas cuelgan ahora en el Museo Picasso de París, el mayor museo del mundo dedicado al artista.
Registro de sus obras
El famoso subastador parisino Maurice Rheims, junto con sus ayudantes, recibió el encargo de registrar sistemáticamente todas las obras de arte de Picasso. Fue contratado por el Estado francés, que estaba interesado en tener un listado lo más completo posible.
Cuando comenzó el inventario, no estaba claro cuánto tiempo llevaría, informó François Bellet, uno de los asistentes de Rheims en un documental del canal de medios alemán BR llamado Picasso – Su legado (2018): «Rheims supuso que necesitaríamos tres meses, lo que ya era mucho tiempo. Y al final se necesitaron muchos años: de 1974 a 1981», dijo.
Sus obras quedaron almacenadas
En 1976, todo el legado de Pablo Picasso, incluyendo sus bienes inmuebles, tierras y posesiones de valor, se estimó en 3.750 millones de francos. Esto incluía 1,3 millones de dólares en oro, 4,5 millones de dólares en efectivo y su colección personal de arte con valiosas obras de sus amigos artistas, como Matisse, Miró y Cézanne. Al final, el patrimonio artístico del célebre pintor se valoró en 1.400 millones de francos.
Marina Ruiz-Picasso, hija del hijo mayor de Picasso, Paulo, y única pariente superviviente por matrimonio, se sintió inicialmente abrumada por su vasta herencia: «Al principio, el Estado se llevó una parte, como una especie de impuesto de sucesión. El resto se sorteó entre los herederos individuales como en una lotería. Yo no sabía nada de arte. Todo lo que sé sobre la obra de Picasso lo aprendí durante este reparto de la herencia»
Su relación con su abuelo era difícil, y durante muchos años dejó sus obras de arte sin tocar en el almacén. En su libro Picasso, mi abuelo, publicado en 2001, escribió:
»Su brillante obra exigía sacrificios humanos», escribe. »Llevaba a la desesperación a todos los que se acercaban a él y los engullía. Nadie en mi familia logró escapar del dominio de este genio. Necesitaba sangre para firmar cada uno de sus cuadros: la de mi padre, la de mi hermano, la de mi madre, la de mi abuela y la mía. Necesitaba la sangre de los que le querían, gente que creía amar a un ser humano, cuando en realidad amaba a Picasso»
Los cuadros alcanzan precios récord en las subastas
En los últimos años, Ruiz-Picasso ha subastado varios cuadros y dibujos de la herencia y ha ganado millones. Es una de las mujeres más ricas de Suiza y vive en una villa en el lago Lemán.
Ruiz-Picasso tiene actualmente una colección de 60 obras de arte que se subastan en Sotheby’s de Londres, entre las que se encuentran pinturas, dibujos, cerámicas, fotografías e incluso antiguas paletas de colores de su estudio. La subasta tendrá lugar del 8 al 18 de junio de 2020 y se espera que recaude millones.
Sus estudios estaban abarrotados de bocetos y esbozos de innumerables retratos. El célebre pintor prefería trabajar con modelos que estuvieran todo el día, como familiares, esposas e hijos. Estar sentado sin moverse para Picasso formaba parte de la rutina diaria normal.
Picasso conoció a Jacqueline Roque en 1952 en el taller de alfarería de Madoura donde se cocían sus cerámicas. Cuando Picasso se casó con ella en 1961, él ya tenía 80 años y ella 34. Ella le ayudó en su trabajo a la vez que le protegía del mundo exterior, siendo su compañera, musa y modelo hasta su muerte en 1973. Realizó más de 400 retratos de ella.
Una de sus musas fue la inglesa Sylvette David, de 19 años, a la que Picasso había conocido en 1954. Totalmente cautivado por la joven rubia, realizó 50 dibujos, pinturas y esculturas de ella en tan sólo un mes. Su característica cola de caballo se puso de moda en los años 50.
Los amigos de Picasso también aparecen en su obra, entre ellos el pintor Amadeo Modigliani (a la izquierda, con Picasso, en el centro, y el crítico de arte André Salmon, a la derecha). Esta foto fue tomada por Jean Cocteau en 1916 frente a su cafetería favorita en París, el Café de la Rotonde. Cocteau también fue retratado varias veces por Picasso.
A lo largo de su vida, Pablo Picasso desarrolló una estrecha amistad con sus marchantes de arte, especialmente con Daniel-Henry Kahnweiler. En 1907, el historiador de arte germano-francés abrió una pequeña galería en París, firmando contratos de exclusividad con artistas que se harían famosos más adelante, entre ellos Picasso. En 1910, pintó este retrato cubista de Kahnweiler.
El mundo interior de su estudio era totalmente suficiente para un artista obsesionado como Picasso. Simples jarrones, cuencos o el busto de una mujer servían de modelos para los bocetos o para un enorme óleo. Como pintor y dibujante, se mantuvo fiel a sus temas durante mucho tiempo, ya que aparecían repetidamente en diferentes versiones en sus obras.
A pesar de todo su duro trabajo, Picasso encontraba tiempo para el humor, produciendo caricaturas sólo por diversión. En este caso, adornó una foto pin-up de una revista de cine de Esther Williams con un retrato de su amigo artista Juame Sabartés. La actriz de Hollywood se hizo famosa por las escenas de natación de sus películas. Entre sus admiradores también estaba Picasso.
Tras numerosas aventuras amorosas, el joven pintor conoció a la bailarina rusa Olga Khokhlova en 1917 y se casó con ella. Ella renunció voluntariamente a su carrera en los mundialmente famosos «Ballets Rusos» y le facilitó el acceso a los exclusivos círculos parisinos. La exposición de Picasso en la National Portrait Gallery de Londres, que se celebra hasta el 5 de febrero de 2017, dedica una sala entera a retratos de ella.