Cuando pone su dinero en un CD, gana un tipo de interés fijo durante un tiempo determinado sobre el dinero que deposita al abrir una cuenta. Los plazos oscilan entre tres meses y cinco años, y normalmente cuanto más largo sea el plazo, mayor será el APY. Por lo general, no puede acceder a su dinero antes de que finalice el plazo, o se verá afectado por una penalización por retirada anticipada. Las comisiones de penalización pueden variar en función de su banco y de la duración del CD, pero normalmente se trata de los intereses ganados, o de los intereses que habría ganado, durante un determinado número de días o meses.
En la fecha de vencimiento del CD, o cuando finaliza el plazo, los ahorradores pueden recuperar su dinero, además de los intereses ganados a lo largo del tiempo.
A diferencia de las cuentas de ahorro de alto rendimiento, que tienen APYs variables, el tipo de interés de un CD queda fijado el día que se abre la cuenta. Esto puede ser positivo si se abre una cuenta antes de que el tipo de interés baje, que es lo que ha ocurrido recientemente cuando la Reserva Federal recortó los tipos de interés en respuesta a las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus.
Los ahorradores que abren un CD sólo hacen el depósito único por adelantado, y no pueden hacer aportaciones adicionales durante el plazo. Los CD no suelen tener cuotas mensuales y están asegurados por el gobierno federal, por lo que su dinero está protegido, lo que los convierte en uno de los vehículos de inversión más seguros.