Elizabeth Taylor fue un icono por derecho propio, conocida hasta hoy por su personalidad más grande que la vida y su increíble carrera como actriz.
Pero su turbulenta vida amorosa también atrajo mucha atención antes y después de la muerte de la estrella en 2011.
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Uno de los episodios más impactantes de su historia romántica tiene que ser el de 1976, cuando el 1 de agosto se divorció -por segunda vez- de su amado Richard Burton.
Taylor y Burton se conocieron por primera vez en 1962 en el rodaje de Cleopatra, donde Taylor interpretó a la reina egipcia titular en uno de sus papeles cinematográficos más icónicos.
Por aquel entonces, Taylor, de 30 años, seguía casada con Eddie Fisher, su cuarto marido, y su relación había comenzado como un romance.
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Pero eso no impidió que Taylor se enamorara de Burton cuando compartieron un apasionado beso en la pantalla, y poco después la pareja comenzó su propio romance.
Años después, Elizabeth dijo: «Cuando lo vi en el set de Cleopatra, me enamoré y lo he amado desde entonces».
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Hicieron poco por ocultar su enredo, provocando un escándalo mediático total que les siguió cuando cada uno se divorció de sus respectivas parejas -sí, Burton también estuvo casado- para estar juntos.
En 1964 se casaron, sólo 10 días después de que Taylor finalizara su divorcio de Fisher, y así comenzó una década de amor, dinero, escándalo y pasión.
Al ser estrellas de renombre que se habían enamorado en la pantalla, los fans estaban obsesionados con el romance de «Liz y Dick» y los medios de comunicación siguieron de cerca a la pareja mientras su matrimonio progresaba.
Se informó de los fastuosos regalos que Burton hizo a su esposa, como un anillo de diamantes Cartier de 69 quilates que costó 1,5 millones de dólares, así como de sus horrendas peleas más adelante en el matrimonio.
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Continuaron protagonizando películas juntos, ganando ambos sueldos multimillonarios que gastaron en coches, yates y jets privados, pero ni siquiera tanto dinero puede comprar la felicidad.
Para 1970 las grietas habían empezado a aparecer y la pareja se separó, divorciándose oficialmente en 1974, una década después de casarse.
Taylor se había casado y divorciado cuatro veces antes, y los medios de comunicación esperaban una sexta boda y posterior divorcio tras el fracaso de su matrimonio con Burton.
«Cuando le vi… me enamoré y le he amado desde entonces».
Lo que no pudieron predecir es que el próximo ex marido de Taylor volvería a ser Burton.
Se reconciliaron un año después de su primer divorcio y se volvieron a casar en Botsuana en 1975, con muchos fans convencidos de que esta vez la relación estaba hecha para durar.
Lamentablemente, no fue así.
El segundo matrimonio de Taylor con Burton duró menos de un año y el 1 de agosto de 1976 se divorciaron por segunda y última vez.
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Aunque se casaría dos veces más -y se divorciaría de nuevo- Taylor confesó que amaba a Burton incluso después de su segunda relación fallida.
«Después de Richard, los hombres de mi vida sólo estaban ahí para sujetar el abrigo, para abrir la puerta. Todos los hombres después de Richard fueron en realidad sólo compañía», dijo una vez.