Mente consciente vs. subconsciente: ¿Conoces realmente la diferencia?

La mente subconsciente es la que guía nuestros movimientos automáticos cada día. ¿Recuerdas la primera vez que intentaste montar en bicicleta? La mía definitivamente no fue bien. Pero 10 años después de eso, me encontré montando en bicicleta a mi trabajo y de vuelta en Amsterdam todos los días. La diferencia es que mi mente subconsciente almacenaba toda la información que necesitaba para montar en bicicleta y dejaba que mi mente consciente prestara atención a otras cosas como los semáforos y mi entorno.

La mayoría de nosotros puede estar de acuerdo en que nuestros comportamientos son menos racionales de lo que creemos. Nuestra mente subconsciente juega un papel enorme en cada una de nuestras vidas. Pero, ¿qué es exactamente la mente subconsciente?

La mente consciente y la subconsciente están separadas pero pueden trabajar y colaborar juntas.

Eso significa que si cambias tu mente consciente no estarás cambiando el programa subconsciente automáticamente. La mente consciente aprende de forma diferente a la subconsciente.
Tu mente consciente, justo detrás de tu frente, en algún lugar de la corteza prefrontal, te representa como un individuo único. Creo que es seguro decir que es principalmente tus pensamientos.

Tu mente consciente es creativa.

Esto es lo que nos hace diferentes del resto de los animales. Nuestra mente consciente es tan importante en la evolución de los humanos. Mientras que las otras formas de vida son sólo reactivas en el contenido de la respuesta al estímulo de entrada/salida, nosotros podemos recibir un estímulo y cambiar la respuesta cada vez. Cuando un animal recibe un estímulo, tiende a repetir el mismo comportamiento.

Tus aspiraciones en la vida provienen de tu mente consciente.

Dado que la mente consciente es la creativa, crea todos tus deseos personales, deseos, lo que realmente quieres hacer con tu vida y más. Tu mente consciente puede aprender fácilmente viendo a la gente hacer cosas, viendo una película, leyendo un libro, cocinando o caminando.
Un día puedes ver a un tipo cualquiera sustituyendo el teclado de un diminuto portátil y pensar para ti mismo «Sabes qué, yo también puedo hacer esto», y luego encontrarte comprando las herramientas, arremangándote y cambiando el reposamanos y el teclado rotos de tu portátil y decidir abrir una tienda de reparación de teléfonos y portátiles. Al día siguiente, querrás ser instructor de yoga.
¿Te resulta familiar? Pues probablemente me conozcas personalmente.

En realidad, la mente consciente de todo el mundo funciona de forma similar a ésta.

Tu mente subconsciente es la mente del hábito.

Cuando recibes un estímulo y hay un hábito en la mente subconsciente relacionado con ese estímulo, automáticamente se involucrará en su comportamiento relacionado. Eso es lo que es un hábito, todo lo que se necesita es un estímulo y el comportamiento se llevará a cabo por sí mismo.

Cuando tu mente consciente se pierde en el pensamiento, tu mente subconsciente determina automáticamente tu comportamiento.

Esta es la razón por la que no necesitas dejar de pedalear cuando empiezas a pensar en qué cocinar cuando llegas a casa. Incluso puedes seguir adelante e intentar recordar la receta, averiguar si necesitas parar en el supermercado para conseguir un ingrediente que te falta mientras la mente subconsciente hace el trabajo crucial por ti: llevarte a casa.

La mente consciente cambia con facilidad, mientras que la mente subconsciente es más obstinada.

Los pensamientos van y vienen en tu mente consciente. Cambian constantemente. A tu mente subconsciente le cuesta un poco más convencerse del cambio que te has propuesto últimamente. No, no cambiará hasta que no lo repitas eternamente.
Imagina un mundo en el que tu mente subconsciente cambie tan rápido como lo hace tu mente consciente. Dios no lo quiera, acabarías teniendo que aprender a caminar todos los días.

Tu mente subconsciente está diseñada para mantener el programa aprendido.

¿Quieres cambiar tus respuestas subconscientes? Repite. Repite. Repite. Repite.

Tardé mucho tiempo en darme cuenta de que mis problemas simplemente no desaparecen porque soy consciente de ellos.
Recuerdo que salí de la consulta de mi terapeuta, estaba lloviendo y tuvimos algunos buenos descubrimientos sobre mis patrones de pensamiento. Me subí al tranvía de vuelta a casa, tomé con confianza el asiento más cercano disponible, apoyé mi frente en la ventanilla pensando en cómo mi vida sería diferente a partir de ahora. El día siguiente empezó como de costumbre y sentí el impulso de pedir mi dinero de vuelta.
La parte divertida aparte, no importa cuánto pagues por el psicólogo, psiquiatra, consejero, lo que sea; nadie hará el trabajo por ti. Es tu subconsciente, tienes que trabajarlo.

Tienes que ser paciente y repetir lo que quieras cambiar.

Reprogramar la mente subconsciente es un proceso largo porque recuerda, la mente consciente y la subconsciente es una entidad separada. La primera parte la completas cuando te das cuenta de lo que haces mal y cambias, la segunda parte es repetirlo. La nueva conciencia o comprensión no cambiará automáticamente los programas de tu mente subconsciente. Tienes que repetir el nuevo comportamiento todo el tiempo como un ejercicio, y entonces finalmente funcionará.

Aquí viene la atención plena…

Ser consciente es una forma de vida en la que mantienes tu mente consciente en el momento presente y no la dejas vagar. Si tu mente consciente en el presente entonces dirige tu comportamiento. Naturalmente, deja cada vez menos espacio para que tu subconsciente tome el timón. Si te las arreglas para permanecer atento algún tiempo cada día y hacer cumplir tus nuevos comportamientos «cambiados» o «modificados» entonces eventualmente pero lentamente cambias tus programas subconscientes.
Puedes acercarte a tu mente subconsciente a través de una práctica regular de meditación.

Tu mente subconsciente es ese amigo que te susurra al oído: «Sobreviviste antes, sobrevivirás de nuevo»

Es nuestra mente subconsciente la que viene a decirnos que podemos hacerlo, cuando nos enfrentamos a una situación desafiante. A medida que vivimos nuestra vida, nuestra mente subconsciente va acumulando recuerdos de momentos en los que hemos tenido éxito y los almacena para utilizarlos más adelante. Incluso si te encuentras en una situación difícil en la que nunca has estado antes, tu subconsciente puede empujarte a seguir adelante porque recuerda los momentos en los que has conquistado un nuevo obstáculo.

Por lo tanto, podemos decir que es importante que te sitúes fuera de tu zona de seguridad, lo que requiere que recurras a tu autoestima. Cada vez que te pones a la altura de las circunstancias esa confianza subconsciente crece aún más.

Tu mente subconsciente no piensa ni razona de forma independiente. Obedece las órdenes que recibe de tu mente consciente.

Tu mente subconsciente escucha mayoritariamente al grande, tu mente consciente.
Tu mente consciente planta las semillas y tu mente subconsciente las deja germinar y crecer libremente. La próxima vez que intentes hablar mal de ti mismo, recuerda esto.

Puede que suspendas un examen, pero si conviertes eso en un gran drama en tu cabeza, te criticas duramente y te machacas: enhorabuena, has convencido a tu subconsciente de que eres un gran perdedor. ¿Merece la pena? No lo sé, haz las cuentas. Una vez que lo hagas, hazlo con todo lo que te digas a ti mismo en tu cabeza.

Recuerda, tu mente consciente manda y tu mente subconsciente obedece.

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