Las mujeres que mantienen relaciones sexuales con tanta frecuencia que pueden causarles problemas -lo que a veces se denomina «hipersexualidad»- parecen caracterizarse más por sus elevadas tasas de masturbación y uso de pornografía, que por formas pasivas de comportamiento sexual, como tener fantasías, como habían sugerido estudios anteriores, según una nueva investigación.
La hipersexualidad es un tema muy debatido entre los psiquiatras y los investigadores de la medicina sexual, que tienen opiniones diferentes sobre si un «exceso» de actividad sexual es realmente un trastorno, para uno u otro sexo. Pero quizá sean más controvertidas las opiniones sobre la hipersexualidad en las mujeres, un grupo que suele ser ignorado en la mayoría de los estudios sobre la hipersexualidad.
«Sigue existiendo un elevado número de mitos relativos a la hipersexualidad femenina», afirman los autores del nuevo estudio.
Para tener una mejor idea de lo que realmente hacen las mujeres hipersexuales, los investigadores encuestaron a casi 1.000 mujeres en Alemania -la mayoría estudiantes universitarias- y les preguntaron con qué frecuencia se masturbaban o veían porno, y cuántas parejas sexuales habían tenido.
Los investigadores también evaluaron el comportamiento hipersexual de las participantes mediante un cuestionario llamado Hypersexual Behavior Inventory (Inventario de comportamiento hipersexual), que incluye 19 preguntas sobre la frecuencia con la que una persona utiliza el sexo para hacer frente a sus problemas emocionales, si la práctica de la actividad sexual está fuera de su control y si esta actividad sexual interfiere con su trabajo o sus estudios. Una puntuación alta en este cuestionario podría sugerir que una persona podría necesitar terapia, según investigaciones anteriores. En el nuevo estudio, alrededor del 3 por ciento de las participantes fueron clasificadas como hipersexuales en función de sus puntuaciones en el cuestionario.
Los resultados mostraron que cuanto más frecuentemente se masturbaban las mujeres o veían porno, más probabilidades tenían de puntuar alto en el cuestionario de hipersexualidad. Un mayor número de parejas sexuales también estaba relacionado con puntuaciones altas en hipersexualidad, según el estudio, que se publicó en el Journal of Sexual Medicine en junio.
«Los resultados del presente estudio no apoyan la idea de investigaciones anteriores de que las mujeres hipersexuales suelen adoptar formas más pasivas de comportamiento sexual, y contradicen la suposición de que las mujeres hipersexuales sólo utilizan el comportamiento sexual para controlar e influir en las relaciones interpersonales», escribieron los investigadores en el estudio.
¿Es la hipersexualidad diferente en las mujeres?
No está claro cuán común es el comportamiento hipersexual en las mujeres, en comparación con los hombres. Debido a que la mayoría de los estudios se han centrado en los hombres, existe la impresión de que el fenómeno se asocia a ser varón, dijeron los investigadores. Otra razón de la falta de conocimiento sobre la hipersexualidad femenina puede deberse a los prejuicios culturales que impiden a las mujeres exteriorizar sus deseos o admitir sus actividades sexuales.
«En muchos casos, es mucho más permisible para los hombres la hipersexualidad que para las mujeres», dijo Rory Reid, profesor asistente y psicólogo investigador de la Universidad de California en Los Ángeles, que no participó en el nuevo estudio. «Los hombres suelen ser caracterizados simplemente como ‘hombres que son hombres'», mientras que las mujeres a veces son etiquetadas con términos despectivos si tienen comportamientos hipersexuales, añadió Reid.
Los patrones de comportamiento que el nuevo estudio encontró en las mujeres hipersexuales se parecen a los comportamientos previamente identificados en los hombres hipersexuales. Estos comportamientos incluyen la dependencia de la pornografía, la masturbación excesiva y la promiscuidad.
Reid dijo que los hallazgos no son sorprendentes. En sus propios estudios, ha encontrado más similitudes que diferencias al comparar a las mujeres hipersexuales con sus homólogos masculinos.
Sin embargo, el nuevo estudio encontró que las mujeres hipersexuales eran más propensas a ser bisexuales que el resto de los participantes. Por el contrario, los hombres hipersexuales tienden a ser heterosexuales, dijo Reid a Live Science.
¿Es la hipersexualidad algo de lo que hay que preocuparse?
Ha habido debates sobre si el comportamiento hipersexual es un trastorno -similar, en cierto modo, a la adicción- o simplemente una variación del comportamiento sexual en las personas. En la quinta (y más reciente) edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la Asociación Americana de Psiquiatría decidió no incluir la «adicción al sexo» como un trastorno, afirmando que no hay pruebas suficientes para demostrar que la hipersexualidad es un problema de salud mental.
Aún así, aunque no sea posible delimitar cuánto sexo es demasiado, los expertos afirman que el comportamiento hipersexual puede convertirse en un problema para algunas personas, cuando provoca estrés o vergüenza, o tiene consecuencias negativas en la vida de una persona -por ejemplo, la pérdida de un trabajo.
«Sigue siendo un reto para identificar a los individuos que pueden requerir tratamiento, sin estigmatizar falsamente a otros y a su comportamiento sexual ‘normal’ (o no patológico)», dijeron los investigadores.
Correo electrónico Bahar Gholipour. Siga Live Science @livescience, Facebook & Google+. Publicado originalmente en Live Science.
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