Las puertas de tijera de Lamborghini han sido la marca de los superdeportivos con motor V12 más icónicos jamás construidos. He aquí cómo comenzó la tradición que ha hecho historia.
El revolucionario Countach fue el primer coche de producción que incorporó las puertas de tijera, fruto del ansia de diseño innovador del genio Marcello Gandini, y no sólo. De hecho, las puertas que se abrían hacia arriba permitían a los conductores asomar la parte superior de su cuerpo fuera de la escotilla para poder ver detrás del coche al dar marcha atrás, lo que ponía remedio a la escasa visibilidad trasera del coche… ¡y al aparcamiento en espacios reducidos!
Desde entonces, los Lamborghinis con el corazón palpitante del V12 han continuado la tradición, empezando por el Diablo, el digno heredero del Countach, el Murciélago, con la forma de cuña del Countach, la sensualidad del Miura y las proporciones inusuales del Diablo, para ser seguido por el primero de los pocos, el Reventón, una obra de arte de edición limitada. Las puertas de tijera se combinaron finalmente con la elegancia y la brillantez de la ingeniería del raro Centenario y de la familia Aventador, con un diseño inspirado en la aeronáutica, la tecnología del motor V12 y un amplio uso de la fibra de carbono.