- ¿Qué es un defecto congénito de las extremidades en los niños?
- ¿Qué causa un defecto congénito de las extremidades en un niño?
- ¿Qué niños corren el riesgo de sufrir un defecto congénito de las extremidades?
- ¿Cuáles son los síntomas de un defecto congénito de las extremidades en un niño?
- ¿Cómo se diagnostica un defecto congénito del miembro en un niño?
- ¿Cómo se trata un defecto congénito de las extremidades en un niño?
- Puntos clave sobre un defecto congénito de las extremidades en los niños
- Siguientes pasos
¿Qué es un defecto congénito de las extremidades en los niños?
Un defecto congénito de las extremidades se produce cuando un brazo o una pierna no se forman normalmente a medida que el bebé crece en el útero. El bebé nace con el defecto.
¿Qué causa un defecto congénito de las extremidades en un niño?
No se conoce la causa exacta de este tipo de defecto.
¿Qué niños corren el riesgo de sufrir un defecto congénito de las extremidades?
Algunas cosas pueden aumentar las probabilidades de este problema de salud. Entre ellas se incluyen:
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Condiciones que afectan al bebé en el útero mientras crece. Entre ellas se encuentran las anomalías genéticas, la restricción del crecimiento y las fuerzas mecánicas.
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La exposición de la madre a sustancias químicas o virus durante el embarazo
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Algunos tipos de medicamentos
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La exposición al humo del tabaco
¿Cuáles son los síntomas de un defecto congénito de las extremidades en un niño?
Un niño con un defecto congénito de las extremidades tiene un brazo o una pierna que no se ha formado normalmente. Los más comunes de estos defectos son:
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No hay ninguna extremidad
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Parte de la extremidad no se separa, a menudo se ve en los dedos de las manos o de los pies
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Duplicación, a menudo se ve como dedos de más o de más
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El miembro es mucho más grande que el miembro normal (sobrecrecimiento)
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El miembro es mucho más pequeño que el miembro normal (subcrecimiento)
¿Cómo se diagnostica un defecto congénito del miembro en un niño?
El diagnóstico de una anomalía congénita de las extremidades se realiza al nacer. Puede estar relacionado con otras afecciones óseas o síndromes. Hable siempre con el profesional sanitario de su hijo para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se trata un defecto congénito de las extremidades en un niño?
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la salud general de su hijo. También dependerá de la gravedad de la afección.
El objetivo general del tratamiento es proporcionar a su hijo una extremidad que funcione y tenga un aspecto adecuado. Los objetivos del tratamiento pueden variar para cada niño. Pueden incluir:
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Ayudar a su hijo a crecer y desarrollarse
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Ayudar a su hijo a tener una sensación de independencia
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Fomentar el autocuidado
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Mejorar el aspecto de la extremidad
No existe un tratamiento estándar para un defecto congénito de la extremidad. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
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Miembros artificiales (prótesis)
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Plantillas o aparatos ortopédicos (ortesis)
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Cirugía
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Rehabilitación, como la fisioterapia o la terapia ocupacional
Puntos clave sobre un defecto congénito de las extremidades en los niños
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Un defecto congénito de las extremidades se produce cuando un brazo o una pierna no se forman normalmente a medida que el bebé crece en el útero.
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A menudo se desconoce la causa exacta de una anomalía congénita de las extremidades.
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Ciertas cosas pueden aumentar las probabilidades de que un niño nazca con un defecto de este tipo. Entre ellas se encuentran los problemas genéticos o la exposición a algunos virus o sustancias químicas.
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El tratamiento depende del tipo de defecto congénito de las extremidades. Puede incluir una extremidad artificial, cirugía o rehabilitación.
Siguientes pasos
Consejos para ayudarle a sacar el máximo provecho de la visita al profesional sanitario de su hijo:
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Conozca el motivo de la visita y lo que quiere que ocurra.
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Antes de la visita, escriba las preguntas que quiere que le respondan.
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En la visita, escriba el nombre de un nuevo diagnóstico y cualquier medicamento, tratamiento o prueba nuevos. Anote también las nuevas instrucciones que el médico le dé para su hijo.
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Sabe por qué se prescribe un nuevo medicamento o tratamiento y cómo ayudará a su hijo. Sepa también cuáles son los efectos secundarios.
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Pregunte si la afección de su hijo puede tratarse de otras maneras.
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Sepa por qué se recomienda una prueba o procedimiento y qué podrían significar los resultados.
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Sabe qué esperar si su hijo no toma el medicamento o no se somete a la prueba o procedimiento.
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Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
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Sabe cómo puede ponerse en contacto con el proveedor de su hijo después del horario de atención. Esto es importante si su hijo se enferma y usted tiene preguntas o necesita consejo.