La respuesta es sí, en realidad deberíamos preocuparnos por la exposición al suelo creado a partir de la roca de serpentina, especialmente al polvo transportado por el aire. La serpentinita es una roca única y hermosa que es rara en la mayor parte del mundo. Aquí en California, sin embargo, tenemos las mayores exposiciones de Norteamérica y la hemos convertido en nuestra roca oficial del estado. Los hábitats del suelo de serpentina suelen albergar muchas especies autóctonas que se han adaptado a algunas de sus extrañas propiedades.
La palabra serpentina hace referencia al patrón moteado, en forma de serpiente, que a veces se observa en la roca. El médico griego Dioscórides sugirió la serpentinita molida como prevención para las mordeduras de serpiente. No es una idea saludable, como pronto aprenderás.
El material de origen de la serpentinita, la peridotita, es una roca formada por magma ascendente que contiene grandes cantidades de hierro. Nuestra serpentinita local se formó cuando todavía se producía aquí la subducción (una placa se sumerge bajo otra) hace más de 30 millones de años. Al sumergirse la placa oceánica bajo el continente, la peridotita fue sometida a una intensa presión. Pero como esto ocurrió cerca de la superficie bajo el agua, las temperaturas se mantuvieron bajas. Y eso es lo que hace especial a esta roca: se mantuvo fría bajo presión. (¡Ojalá pudiera hacer eso!)
Los primeros geólogos de California reconocieron los recursos económicos de la serpentinita. Cerca de sus afloramientos se encontraban a menudo mercurio, níquel, cromo y magnesita, junto con partículas de amianto de origen natural: cristales microscópicos en forma de aguja de silicato de magnesio y hierro. Hay varias formas de amianto, pero el tipo más común aquí es el crisotilo. Debido a sus propiedades únicas (resistencia a la tracción, flexibilidad y resistencia al calor y a los productos químicos), el amianto tiene una serie de valiosos usos económicos: baldosas acústicas, ignífugos, calafateo, pastillas de freno y filtros (para eliminar las partículas finas de los productos químicos, el vino y otros líquidos).
Pero esos delgados cristales tienen un inconveniente: Pueden alojarse en los pulmones o en la cavidad abdominal de una persona y, en el transcurso de dos o tres décadas, provocar asbestosis o mesotelioma peritoneal (irritación del abdomen). No está claro cuántas fibras son necesarias para causar cáncer de pulmón u otras enfermedades, pero cualquier exposición implica cierto riesgo de enfermedad. Los niños pueden correr un mayor riesgo debido a su mayor tasa metabólica y al mayor tiempo que tarda en desarrollarse la enfermedad.
Para reducir la peligrosa exposición al polvo, deje los afloramientos de serpentina sin perturbar. Mientras las fibras de amianto permanezcan estabilizadas en la roca, no suponen ningún peligro. Razón de más para dejarlas en paz y limitarse a admirar tanto las hermosas rocas como las diversas flores silvestres autóctonas que prosperan en el suelo creado por esta roca claramente californiana.