¿Cuál es el proceso de recuperación de una persona que se somete a una fusión de la articulación sacroilíaca?


Como hemos destacado en blogs recientes, la sacroileítis es una enfermedad dolorosa y potencialmente debilitante centrada en la articulación sacroilíaca, que conecta la pelvis con la columna vertebral. En el pasado, los pacientes con casos de leves a graves que no respondían a los tratamientos conservadores de la sacroileítis se enfrentaban a la desalentadora perspectiva de una intervención quirúrgica convencional en la articulación sacroilíaca, un procedimiento complejo que requiere un período de recuperación prolongado e incierto. Pero ahora estos pacientes tienen una nueva opción quirúrgica: la fusión de la articulación sacroilíaca mínimamente invasiva. Esta solución quirúrgica, ejemplificada por el sistema iFuse, puede realizarse utilizando sólo incisiones percutáneas o pequeñas, lo que no sólo reduce en gran medida el tiempo necesario para la cirugía, sino que también hace que la recuperación sea mucho más rápida y fácil. A continuación se exponen algunos datos básicos sobre la recuperación de un procedimiento y una técnica concretos de fusión de la articulación sacroilíaca, el Sistema iFuse, que cualquier posible candidato a la cirugía debería conocer.

Detalles sobre el proceso de recuperación

Desde luego, tras la fusión de la articulación sacroilíaca, los pacientes suelen sentirse lo suficientemente cómodos como para volver a casa el mismo día de la intervención quirúrgica. Durante las primeras 6 semanas después de la cirugía de sacroilitis, se recomienda el uso de muletas o de un andador para proteger el soporte de peso en el lado de la columna vertebral en el que se realizó el procedimiento. Una vez que el uso de estas ayudas para caminar ya no es necesario, los pacientes suelen inscribirse en un curso de fisioterapia bajo la dirección de un fisioterapeuta certificado. La fisioterapia incluirá medidas más pasivas durante las primeras semanas, seguidas de un programa de ejercicios de rehabilitación más activo. Los tratamientos pasivos que un terapeuta puede utilizar incluyen calor y hielo, estimulación eléctrica, ultrasonido y masaje. A medida que se recupera la fuerza, el paciente comienza un régimen de ejercicios de fortalecimiento. La reanudación de las actividades normales será aprobada por el médico y el terapeuta a medida que avance la rehabilitación. El objetivo final es reanudar un nivel normal de funcionamiento con las mínimas molestias. En función de la recuperación, el progreso y la ocupación, el cirujano aconsejará al paciente cuándo puede reanudar un mayor nivel de actividad y volver al trabajo.

El tiempo para recuperarse totalmente de este tratamiento para la sacroileítis varía de un paciente a otro, pero la mayoría de los pacientes se han recuperado totalmente de esta cirugía mínimamente invasiva en seis meses.

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