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¿Qué es una disección aórtica?

Una disección aórtica es un desgarro del revestimiento interno de la aorta. Cuando este revestimiento interno se desgarra, la sangre se escapa del lumen de la aorta, por donde suele fluir la sangre, hacia el revestimiento. Una vez que la sangre entra en el revestimiento, separa las capas de la pared aórtica. A altas presiones, esto puede conducir a una ruptura de la aorta, que puede ser mortal.

Una disección aórtica se clasifica como Tipo A si se produce en la porción ascendente de la aorta, o Tipo B si se produce en la porción descendente de la aorta. Las disecciones de tipo A son una emergencia y suelen requerir una intervención quirúrgica, mientras que las disecciones de tipo B pueden tratarse sin cirugía controlando cuidadosamente la presión arterial.

¿Qué frecuencia tiene una disección aórtica?

La disección aórtica es relativamente infrecuente, con una incidencia aproximada de 3 por cada 100.000, y se produce con mayor frecuencia en hombres mayores de 60 años. La muerte resultante de la disección es aún más infrecuente, con una incidencia de aproximadamente 1 por cada 100.000.

Causas de la disección aórtica

¿Cuáles son las causas de la disección aórtica?

Existen numerosos factores que aumentan el riesgo de disección aórtica. Muchos están relacionados con aneurismas aórticos y otras enfermedades de la aorta. Algunos factores de riesgo son:

• Antecedentes de aneurisma aórtico
• Hipertensión, o presión arterial alta, especialmente un aumento repentino de la presión arterial
• Ateroesclerosis, o endurecimiento de las paredes aórticas
• Hipercolesterolemia, o colesterol alto
• Tabaco
• Lesión en el pecho o en el estómago
• Antecedentes familiares de disecciones aórticas

Ciertas valvulopatías, como la valvulopatía aórtica bicúspide y un estrechamiento de la aorta denominado coartación aórtica, se asocian a un mayor riesgo. Los trastornos genéticos que afectan al colágeno, como los síndromes de Marfan y Ehlers-Danlos, también están relacionados con un riesgo elevado de disección aórtica, al igual que el síndrome de Turner.

Síntomas de la disección aórtica

¿Cuáles son los síntomas de la disección aórtica?

Los síntomas de la disección aórtica aparecen repentinamente y son graves, teniendo muchas similitudes con los de un ataque al corazón. Por este motivo, la disección aórtica se identifica con frecuencia de forma errónea como un ataque al corazón en la sala de urgencias, aunque las técnicas de imagen especializadas reducen ahora la posibilidad de un diagnóstico erróneo.

Los síntomas de una disección aórtica incluyen:

• Dolor agudo y repentino en el pecho o la espalda
• Cambio en el pulso
• Dificultad para respirar
• Pérdida de conciencia

Experimentar cualquiera de estos síntomas justifica una visita a la sala de emergencias.

Diagnóstico de la disección aórtica

¿Cómo se diagnostica una disección aórtica?

Si se sospecha de una disección aórtica, se puede utilizar la angiografía por TC o la resonancia magnética, seguida de una confirmación del diagnóstico mediante ecocardiografía transesofágica (ETE), en la que se toman imágenes ecográficas del corazón desde el esófago.

Tras el diagnóstico, se recomendará un tratamiento en función de si la disección es de tipo A o de tipo B.

Tratamiento de la disección aórtica

¿Cuál es el tratamiento de la disección aórtica?

Una disección aórtica de tipo A es una emergencia médica y requiere cirugía para reparar el desgarro antes de que se produzcan más daños. La cirugía más típica para la disección aórtica es la sustitución de la raíz de la válvula, o procedimiento de David. Como su nombre indica, este procedimiento preserva la válvula aórtica, uniéndola a un injerto que sustituye a la aorta ascendente.

Una disección aórtica de tipo B, por otro lado, no necesita necesariamente una intervención quirúrgica. En su lugar, la presión arterial se controla con medicación para evitar más daños, aunque pueden surgir complicaciones de la disección aórtica. Para minimizar la posibilidad de estas complicaciones, la reparación endovascular electiva es una opción quirúrgica menos invasiva en la que un injerto redirige el flujo sanguíneo fuera de la disección.

Siguientes pasos

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