Al igual que las personas, los gatos tienen un conjunto de dientes de leche (caducos) cuando son jóvenes, que son reemplazados por los dientes permanentes. Del mismo modo, mantener los dientes y las encías sanos requiere un cuidado preventivo regular. Los alimentos y la saliva forman placa, que puede mineralizarse en depósitos duros de sarro.
Puede producirse una gingivitis (inflamación de las encías) y la pérdida de los dientes permanentes. Las caries propiamente dichas son relativamente raras, pero pueden producirse picaduras y otros daños en los dientes por descuidar la higiene bucal. El dolor de boca y la pérdida de dientes pueden reducir el interés o la capacidad de un gato para comer, causando la pérdida de peso y haciendo que el gato sea más propenso a las enfermedades.
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Qué hacer
Cepillar regularmente. No es necesario tener un cepillo de dientes y pasta de verdad, pero darle un buen repaso a los dientes de tu gato un par de veces a la semana es la mejor manera de combatir la placa. Existen cepillos de dientes para mascotas, pero también puedes utilizar un trozo de gasa o paño áspero humedecido y envuelto en tu dedo índice. Frote el paño enérgicamente sobre las superficies exteriores de los dientes (no suele ser necesario llegar a las superficies interiores o de mordida). Esto ayudará a mantener los dientes de su gato limpios y las encías sanas.
Dele a Tabby los crujientes. La comida dura y seca para gatos es la mejor opción para prevenir la placa y el sarro. Ahora existen en el mercado algunos productos masticables hechos especialmente para gatos, que también pueden ayudar.
Cuidado con el sarro. La placa es un material blanquecino blando que se puede raspar fácilmente de los dientes con la uña. El sarro, en cambio, es grisáceo, blanco o marrón y no se desprende con el cepillado. La acumulación de sarro debe ser eliminada por su veterinario.
La palabra encías. Dar a su gato un masaje semanal en las encías ayuda a mantenerlas sanas y a prevenir la pérdida de dientes. Con un bastoncillo de algodón, frote la zona donde se encuentran los dientes y las encías. Si las encías están rojas o sangran, podría tratarse de gingivitis, y su gato podría necesitar tratamiento veterinario.
Dientes rotos y abscesos. Un diente canino roto no es raro en los gatos, especialmente en los gatos de exterior y en los antiguos callejeros. Los dientes rotos suelen ser un problema sólo si la pulpa (la cápsula de vasos sanguíneos y nervios en el centro del diente) está expuesta. Esto puede ser bastante doloroso, y el diente puede morir.
En cualquier caso, hay un riesgo de infección en la raíz del diente – un absceso. Los abscesos también pueden formarse por una mala higiene bucal. Los síntomas incluyen hinchazón alrededor de la boca que puede ir y venir y sensibilidad. Los dientes rotos que tienen la pulpa expuesta, mueren o tienen un absceso deben ser extraídos por su veterinario.
Cuándo llamar al veterinario
Concierte una cita con su veterinario si su gato tiene acumulación de sarro, muestra signos de gingivitis (encías rojas o sangrantes), tiene un diente roto con la pulpa expuesta o que ha muerto (normalmente se decolorará), tiene cualquier hinchazón o sensibilidad alrededor de la boca, o tiene algún diente permanente suelto. Los gatos adultos suelen perder dientes a medida que envejecen, especialmente los pequeños incisivos delanteros, y la atención veterinaria no suele ser necesaria para ello.
Nivel de peligro: Los problemas de dientes y encías pueden causar molestias, hacer que el gato sea susceptible y darle mal aliento, algo molesto pero no especialmente peligroso. Sin embargo, a medida que los problemas empeoran, el gato puede dejar de comer por completo y pueden aparecer infecciones. Estas infecciones podrían considerarse peligrosas si no se tratan.
Descendiendo un poco de la boca, hablaremos de las enfermedades de las vías respiratorias superiores en nuestra última sección.