Cómo puedo evitar que mi gato intimide a mi otro gato? (Una pregunta que nunca pensé que tendría que hacer)

«No puedes tener sólo un gato», dijeron. «¡Tienes que tener dos gatos!», dijeron. «¡Los gatos son tranquilos!», decían. Un hogar con dos gatos puede ser un paraíso si sus gatitos se llevan bien. Sin embargo, cuando uno de los gatos intimida al otro de forma rutinaria, se puede crear una pesadilla. Si te preguntas cómo evitar que tu gato intimide al otro, no estás solo (en serio), y tenemos buenas noticias para ti: Se puede hacer. Sólo se necesita tiempo.

¿Cómo es el acoso de los gatos?

El acoso de los gatos se presenta de muchas formas, desde grandes actos físicos como abalanzarse con las garras fuera hasta sutiles movimientos de poder como vigilar los cuencos de comida. El denominador común entre todos los comportamientos de acoso es la falta de provocación. Por ejemplo, el hecho de que Milo persiga a Belle por el pasillo porque ésta le dio un manotazo en la cara es una reacción a la agresión (no al acoso). ¿Belle trotando hacia Milo y dándole un manotazo en la cara sin ninguna razón? Sí, eso es acoso.

Otros comportamientos a los que hay que prestar atención son los mordiscos, los arañazos, los siseos, el acaparamiento de juguetes, la vigilancia de la caja de arena, la agresión territorial y, no es broma, las miradas maliciosas. Dado que algunos de estos comportamientos pueden ser difíciles de detectar, es importante estar en sintonía con los hábitos de los gatos y vigilar su peso, el uso de la caja de arena y su temperamento. Busque las orejas aplanadas, las pupilas dilatadas y los bigotes echados hacia atrás contra la cara. Estos son signos de agresividad.

Identifique la causa

Una vez que haya hecho el difícil trabajo de averiguar qué es lo que está ocurriendo con la intimidación, la siguiente etapa es identificar la fuerza que la impulsa. Según la Serie de Comportamiento del Hospital de Mascotas Banfield, es muy difícil evitar que su gato intimide a su otro gato si no sabe por qué empezó la agresión en primer lugar.

Los acontecimientos traumáticos (como las visitas al veterinario molestas) y las afecciones médicas no diagnosticadas pueden desencadenar un comportamiento desagradable, como señala el Centro de Salud Felina de la Universidad de Cornell. Los gatos adoptados que han tenido malas experiencias en sus hogares anteriores con las personas o con otros animales pueden mostrar un comportamiento intimidatorio como mecanismo de afrontamiento del miedo que sienten en un nuevo entorno. Otro estudio descubrió que el destete precoz puede provocar un comportamiento hostil. El acoso también podría ser simplemente una respuesta al aburrimiento.

La historia continúa

A menudo, la introducción de un nuevo gato o gatito en el hogar crea un acoso. Los gatos existentes pueden empezar a intimidar al recién llegado como forma de proteger su territorio, o los nuevos gatos pueden empezar a intimidar como forma de afirmar su dominio o expresar su nerviosismo. La agresión y el acoso también pueden aparecer en cualquier momento. El hecho de que una introducción entre dos felinos vaya bien durante unas semanas no significa que algo no pueda cambiar más adelante.

Asegúrese de visitar a su veterinario para descartar (o confirmar) problemas médicos. Si el acoso es producto de una enfermedad renal (¿quién no estaría de mal humor si le dolieran los riñones?), la medicación puede ser el único remedio necesario.

¿Y qué puedo hacer?

Después de identificar la causa, o mientras trabaja para averiguarla, la prevención es la clave. Si puedes identificar los desencadenantes del acoso, haz todo lo que puedas para eliminarlos. Por ejemplo, si las visitas al veterinario convierten a Milo en el mayor enemigo de Belle, prepara tu casa antes de salir. Aísla a Belle en una habitación sola para que Milo no pueda abalanzarse cuando lo traigas a casa. Proporciona a Milo juguetes interactivos en los que pueda descargar cualquier agresión.

Las agresiones tienden a aumentar cuando los recursos son limitados. Si proporciona a sus gatos una caja de arena adicional, cuencos de agua y comida adicionales, más perchas y muchos juguetes, habrá menos discusiones. Esto es especialmente útil si Milo y Belle se consideran parte de grupos sociales diferentes.

Si las peleas son constantes, los dos gatos deberían tener su propio espacio vital durante unas semanas. Esto significa que no hay interacción entre ellos. Proporcione a cada uno sus propios cuencos de comida y agua, cajas de arena y juguetes. Tendrá que reintroducirlos entre sí con el tiempo para establecer una mejor relación. Como indica la ASPCA, esto puede implicar…

  • Asegurarse de que pueden oírse y olerse pero no pueden verse.

  • Alimentarlos en lados opuestos de una puerta cerrada.

  • Cambiar de habitación de vez en cuando para que puedan oler el olor del otro.

  • Reintroducirlos lentamente, una pequeña cita de juego cada vez.

Se sabe que los difusores de feromonas alivian la agresión en y entre los felinos también. Jackson Galaxy’s Bully Solution es una fórmula totalmente natural que ha recibido muy buenas críticas por parte de los propietarios de gatos que tratan con gatitos agresivos.

Refuerce positivamente el buen comportamiento. Dar golosinas libremente cuando sus gatos se llevan bien, incluso si eso significa sólo existir pacíficamente en la misma habitación juntos.

¿Qué no debo hacer?

No castigue a su gato física o verbalmente. Gritar o pegar a su gato sólo conduce a más agresividad. Una botella de agua pulverizada tampoco es una gran táctica; es más bien una solución a corto plazo que separa la pelea pero no les enseña nada.

No intente separar una pelea con las manos, especialmente en gatos demasiado agresivos. Quedará atrapado en el medio y puede convertirse en el nuevo objetivo.

El aceite de CBD se ha utilizado para tratar la ansiedad en los felinos, pero no debe administrarse ningún medicamento sin consultar a su veterinario. De nuevo, podría haber otros problemas médicos en juego.

No considere que separar a los gatos es castigarlos. Necesitan su espacio para construir su independencia antes de intentar jugar bien.

Al final del día, consultar a un conductista animal aplicado certificado o a un veterinario certificado en comportamiento puede ser su mejor opción.

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