Si te gustan las películas de ciencia ficción, seguro que has visto un montón de interesantes naves espaciales que planean y flotan como por arte de magia. Pero, ¿sabías que hay vehículos reales que pueden flotar y desplazarse tanto por agua como por tierra?
¡Es cierto! A estos vehículos especiales los llamamos aerodeslizadores. Los aerodeslizadores también se llaman a veces vehículos de cojín de aire o ACV. Los aerodeslizadores son conocidos como vehículos anfibios. Eso significa que pueden viajar tanto por tierra como por agua.
Aunque los aerodeslizadores pueden viajar tanto por tierra como por agua, se parecen más a los aviones que a los barcos o a los coches. Se mantienen en el aire sobre un colchón de aire presurizado. Aunque parezca magia, en realidad es ciencia pura y dura. Estos ventiladores soplan aire por debajo del aerodeslizador para hacer que se levante del suelo. Dependiendo del tamaño del aerodeslizador y de la potencia de los motores, los aerodeslizadores pueden elevarse desde 15 centímetros hasta más de 2 metros en el aire.
Para ayudar a que los motores de los aerodeslizadores funcionen de forma más eficiente, los aerodeslizadores tienen faldas hechas de tela que rodean sus bases. Estos faldones ayudan a evitar que el aire presurizado se escape.
Para moverse, los aerodeslizadores también necesitan la potencia del motor para producir una corriente de aire que los empuje hacia adelante. Algunos aerodeslizadores utilizan dos motores separados: uno para el empuje (movimiento hacia adelante) y otro para crear el colchón de aire presurizado. Otros aerodeslizadores tienen un motor más grande que produce una sola corriente de aire que luego se divide entre el empuje y el cojín según sea necesario.
Hoy en día, los aerodeslizadores se utilizan en muchas partes del mundo por una variedad de razones. Debido a su naturaleza anfibia, los aerodeslizadores son utilizados a menudo por las organizaciones militares para transportar personas y equipos en terrenos difíciles. También pueden utilizarse para transportar grandes grupos de personas a través de masas de agua en lugar de utilizar barcos.
Los principios científicos en los que se basan los aerodeslizadores fueron demostrados por primera vez por Sir Christopher Cockerell en 1955. Construyó un objeto rudimentario con una lata de comida para gatos, una lata de café y una balanza de cocina. También se le ocurrió el nombre de «aerodeslizador».