Las mujeres que se sienten angustiadas por la falta de deseo sexual pueden tener una ayuda en camino. Recientemente, la FDA ha aprobado la bremelanotida (Vyleesi), un nuevo medicamento para las mujeres premenopáusicas con trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH). El TDSH es un término acuñado para describir el bajo deseo sexual sin una causa clara. Así pues, las mujeres que quieran probar este nuevo fármaco deben saber que no está pensado para ayudar en situaciones en las que el deseo disminuye debido a
- una enfermedad médica o psiquiátrica
- problemas interpersonales o de relación
- efectos secundarios de otro tratamiento o medicación.
¿Qué nos dice la investigación?
La fisiología de la excitación y el deseo sexual es compleja en las mujeres. Sin embargo, no hay mucha investigación en esta área. Se estima que el 40% de las mujeres se ven afectadas por la falta de deseo sexual. Las cifras varían en función de la edad de las mujeres, de dónde vivan y de si han dado a luz recientemente, pero no cabe duda de que se trata de un problema importante para algunas mujeres.
En una investigación financiada por un socio de licencias del fabricante del medicamento, se estudió la eficacia y la seguridad de la bremelanotida. Según la información publicada por la FDA, más de 1.200 mujeres recibieron aleatoriamente bremelanotida o un placebo (tratamiento simulado) durante un máximo de 24 semanas.
Alrededor del 25% de las mujeres que tomaron bremelanotida informaron de algún aumento del deseo sexual, en comparación con el 17% de las que tomaron un placebo. La investigación también analizó el malestar de las mujeres por su bajo deseo sexual. Alrededor del 35% de las pacientes tratadas con bremelanotida experimentaron alguna mejora en su malestar, en comparación con el 31% de las que tomaron un placebo. Sin embargo, la bremelanotida no modificó ni mejoró el número de eventos sexuales satisfactorios.
¿Cómo se administra el medicamento?
Al menos 45 minutos antes de la actividad sexual prevista, la mujer se inyecta el medicamento en un muslo o en el abdomen (o puede hacerlo su pareja). Nadie sabe con exactitud cómo funciona la bremelanotida, pero activa los receptores de melanocortina, que parecen estar implicados en una serie de actividades cerebrales, entre ellas los posibles vínculos con el apetito y la salud cardiovascular. Los expertos no saben cuánto dura el efecto después de cada dosis, por lo que sólo se recomienda una dosis al día, y las mujeres no deben tomar más de ocho dosis en un mes. Además, quienes no experimenten ninguna mejora en el deseo sexual o en las molestias relacionadas con él en un plazo de ocho semanas deben dejar de utilizar el medicamento.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?
Como ocurre con cualquier medicamento, pueden producirse efectos secundarios. Los más comunes son las náuseas y los vómitos, experimentados por alrededor del 40% de los participantes en los estudios. Las náuseas son más probables la primera vez que se utiliza el medicamento, y se vuelven menos problemáticas con las dosis siguientes. Aun así, hasta un 13% de los que sintieron náuseas necesitaron algún tratamiento para las mismas. Otros posibles efectos secundarios son el enrojecimiento y el dolor de cabeza.
¿Qué más debo saber?
El uso de la bremelanotida está aprobado sólo si el deseo sexual de la mujer ha disminuido, no si la mujer siempre ha tenido problemas con el deseo sexual. Además, la bremelanotida es para el TDSH generalizado, lo que significa una disminución del deseo sexual independientemente del tipo de actividad sexual (incluida la masturbación), del entorno o de quién sea la pareja.
Se necesitan más investigaciones sobre los efectos secundarios. También existen algunas precauciones de seguridad. Las mujeres con presión arterial alta deben evitar la bremelanotida porque puede elevar temporalmente la presión arterial. Tampoco se recomienda para las mujeres con riesgo de enfermedad cardiovascular. Las mujeres que utilizan naltrexona para tratar la dependencia del alcohol no deben utilizar bremelanotida debido a las interacciones farmacológicas. Además, algunas mujeres de los estudios experimentaron un oscurecimiento de la piel y las encías. Aunque son poco frecuentes, estos cambios son permanentes.
La conclusión
Para las mujeres, el bajo deseo sexual y la angustia relacionada con él son complejos y difíciles de tratar. Es alentador que la FDA haya identificado la disfunción sexual femenina como una de las 20 áreas de enfermedad que merecen atención. La bremelanotida aumenta modestamente el deseo sexual en algunas mujeres y puede disminuir ligeramente la angustia por la falta de deseo. Aunque las investigaciones actuales sugieren que no mejora la satisfacción sexual ni afecta a la frecuencia con la que una mujer mantiene relaciones sexuales, la disponibilidad de este medicamento potencialmente útil podría ser un paso en la dirección correcta para algunas mujeres.