Un estudio afirma que los carbohidratos, y no las grasas, son malos para la salud

El Dr. Christopher Ramsden es un investigador clínico del Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos. «Se necesita mucha más información. Hicieron un gran trabajo y van a sacar mucha más información en los próximos años, pero es difícil llegar a recomendaciones con respecto a los alimentos en este momento», dijo.

«Realmente pone de relieve la necesidad de ensayos controlados aleatorios bien diseñados para responder a algunas de estas preguntas», añadió Ramsden.

Los investigadores señalaron que su estudio no analizó los tipos específicos de alimentos de los que se derivaban los nutrientes. Y, eso, dijo Bethany O’Dea, constituye un «fallo importante desde el punto de vista de la nutrición». O’Dea es dietista cardiotorácica del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York.

«Por ejemplo, comer un carbohidrato saludable como una manzana es más denso en nutrientes y mejor para usted que comer una bolsa de patatas fritas procesadas», dijo O’Dea.

«Además, el estudio no tuvo en cuenta las grasas trans, que tienen muchas pruebas de ser poco saludables y de contribuir a la enfermedad cardiovascular», señaló.

Las directrices mundiales actuales recomiendan que entre el 50 y el 65 por ciento de las calorías diarias de una persona provengan de los carbohidratos, y menos del 10 por ciento de las grasas saturadas, dijeron los investigadores.

Dehghan sugirió que «las mejores dietas incluirán un equilibrio de carbohidratos y grasas, aproximadamente entre el 50 y el 55 por ciento de carbohidratos y alrededor del 35 por ciento de grasas totales, incluyendo tanto las saturadas como las insaturadas»

Todos los alimentos contienen tres macronutrientes principales esenciales para la vida: grasas, carbohidratos y proteínas. Las cantidades óptimas que debe comer una persona han sido objeto de debate durante décadas, y el péndulo ha oscilado entre las dietas bajas en grasas y las bajas en carbohidratos a lo largo del tiempo.

Para este estudio, Dehghan y sus colegas realizaron un seguimiento de la dieta y la salud de más de 135.000 personas, de entre 35 y 70 años de edad, procedentes de 18 países de todo el mundo, con el fin de obtener una perspectiva global sobre los efectos de la dieta en la salud.

Los participantes proporcionaron información detallada sobre su situación social y económica, su estilo de vida, su historial médico y su salud actual. También rellenaron un cuestionario sobre su dieta habitual, que los investigadores utilizaron para calcular su media de calorías diarias procedentes de grasas, carbohidratos y proteínas.

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