Dogwood – Stealth
Género: Cornus – Familia: Cornaceae
Dogwood nos anima a combinar el sigilo y el pensamiento mágico mientras hacemos actos de bondad al azar. Es el momento de mantener nuestros planes para nosotros mismos, especialmente en lo que se refiere a ayudar a los demás a cambiar sus vidas.
Hay una leyenda Cherokee del Pueblo Dogwood que eran pequeños seres similares al concepto europeo de hadas y brownies. Estos seres sigilosos vivían en el bosque donde ayudaban silenciosamente a los humanos a aprender a vivir en armonía con los árboles. Eran muy protectores, especialmente de los bebés, los ancianos y los enfermos. Realizaban en secreto actos de bondad sin reconocimiento.
Las flores de cuatro pétalos de un cornejo, se convirtieron en símbolo de las cuatro direcciones. Durante la época victoriana, los posibles pretendientes regalaban silenciosamente flores de cornejo a las mujeres solteras. Si la mujer devolvía las flores era señal de que no estaba interesada, si las guardaba significaba que había interés mutuo.
Durante esta misma época, las flores de cornejo se consideraban símbolos de la crucifixión de Jesús. Según la leyenda, los cornejos crecían una vez tan grandes como los robles en Israel, por lo que se utilizaron para construir la cruz de Jesús. Tras la resurrección de Jesús, éste vio lo triste que estaba el cornejo, por lo que lo convirtió en un pequeño árbol retorcido que nunca más pudo ser utilizado como cruz.
El cornejo también se asocia con Hécate, una antigua diosa griega de la protección, la magia y la sabiduría oculta. El nombre Hécate se traduce como «la lejana». En los hogares atenienses, traía prosperidad y bendiciones a las familias como diosa que gobernaba la tierra, el mar y el cielo. Era una amante de la soledad que prefería no ser el centro de atención. Los perros eran uno de sus símbolos sagrados. En 1594, William Shakespeare mencionó a Hécate en relación con la «daga», un personaje de El sueño de una noche de verano y Macbeth. Dado que las dagas de madera se fabricaban a menudo con árboles de «dagwood», esta asociación con la diosa Hécate y los perros influyó tanto en su mitología como en el propio árbol. En 1614, el árbol dagwood pasó a llamarse dogwood. El legado de Hécate pasó de ser una diosa de la magia a una de la brujería que sostiene una daga o antorcha de cornejo. Su nombre se ha relacionado con las palabras hex y hag. El espíritu del cornejo nos muestra la facilidad con la que las percepciones pueden cambiar a través de las palabras o los malentendidos, incluso cuando nuestras intenciones son buenas.
Cornus, el nombre del género del cornejo es una palabra francesa y latina que significa «cuerno» debido a su dura madera. Hay entre 30 y 60 árboles y arbustos de Cornus, incluyendo especies de hoja caduca y de hoja perenne. Los cornejos son nativos de todo el mundo en las regiones templadas y boreales.
Mensaje: El cornejo nos recuerda que debemos ser precavidos en esta época de cambio y transición. Nos anima a seguir cuidando y protegiendo a los demás mientras ofrecemos tranquilamente actos de bondad al azar. Este es un momento excelente para estar en la naturaleza y reflexionar sobre los aspectos mágicos de nuestra vida y cómo podemos sacarlos tranquilamente al mundo.
Desafío: Ser demasiado pragmático y pesimista con respecto a cualquier sentido de maravilla o magia. Desconectado del mundo de la naturaleza y de la inspiración que proporciona.
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