Las enfermedades hepáticas son un término general que puede describir docenas de condiciones que afectan negativamente a la función del hígado. El hígado es el órgano más grande del cuerpo y realiza varias tareas importantes, como filtrar las toxinas del sistema digestivo y convertir los alimentos en energía. Las enfermedades hepáticas pueden afectar a personas de cualquier edad y pueden ser crónicas (de desarrollo gradual) o agudas (de aparición repentina).
Aunque hay docenas de enfermedades hepáticas, el Programa de Enfermedades Hepáticas y Hepatología del Hospital General de Tampa proporciona atención de vanguardia para todas ellas. Nuestros especialistas en hepatología atienden a los adultos en todas las etapas de su viaje, desde el diagnóstico hasta la recuperación, y destacan en los tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos, incluido el trasplante de hígado. Dado que somos un hospital que trata un gran volumen de pacientes con enfermedades hepáticas, nuestros especialistas poseen un nivel de experiencia inigualable a la hora de tratar incluso las enfermedades hepáticas más complejas y poco comunes.
¿Qué causa las enfermedades hepáticas?
Los problemas hepáticos pueden clasificarse según sus causas. Por ejemplo, una enfermedad hepática puede ser provocada por:
Infección
Algunas de las enfermedades hepáticas más comunes son las hepatitis A, B y C, que son infecciones víricas que causan inflamación del hígado. Los virus responsables de la hepatitis pueden propagarse a través de equipos médicos y alimentos contaminados o por contacto sexual.
Genética
La hemocromatosis, la deficiencia de alfa-1 antitripsina y la enfermedad de Wilson son enfermedades del hígado causadas por mutaciones genéticas de uno o ambos progenitores.
Un trastorno autoinmune
Los trastornos autoinmunes son enfermedades que afectan al funcionamiento del sistema inmunitario. Esto también puede desencadenar problemas del sistema inmunitario, como la cirrosis biliar primaria, la hepatitis autoinmune y la colangitis esclerosante primaria.
Factores relacionados con el estilo de vida
El sobrepeso y una dieta inadecuada pueden provocar la enfermedad del hígado graso, y beber alcohol en exceso puede causar cirrosis (cicatrización del hígado) y otros problemas hepáticos. Otros factores también pueden contribuir a la enfermedad hepática, como la diabetes, la exposición frecuente a ciertas sustancias químicas y el uso inadecuado de medicamentos.
Crecimientos cancerosos o no cancerosos
El cáncer puede desarrollarse en el hígado y sus conductos biliares, a veces como resultado de enfermedades hepáticas crónicas. La poliquistosis hepática (PLD) es otro tipo de problema hepático que provoca el desarrollo de sacos (quistes) no cancerosos llenos de líquido en todo el hígado.
¿Cómo se tratan las enfermedades hepáticas?
Si ha recibido un diagnóstico de enfermedad hepática, el tratamiento ideal variará en función de su afección específica, sus síntomas y otros factores como su edad y su estado de salud general. Muchas enfermedades hepáticas pueden tratarse eficazmente o incluso revertirse con medicación, control médico y cambios de estilo de vida saludables, como perder el exceso de peso y evitar el alcohol. En otros casos, se puede intervenir quirúrgicamente para extirpar una parte dañada del hígado o insertar una endoprótesis para mejorar el drenaje del conducto biliar. El trasplante de hígado puede ser apropiado si se trata de una enfermedad en fase avanzada o si se han agotado otros tratamientos sin éxito.
TGH ofrece un espectro completo de tratamiento de enfermedades hepáticas y no requiere derivaciones. De hecho, usted mismo puede iniciar el proceso de derivación. Tanto si simplemente está interesado en nuestro enfoque de la enfermedad hepática como si desea una segunda opinión, le animamos a que se ponga en contacto con un médico de TGH utilizando nuestro Buscador de Médicos o llamando al Programa de Enfermedades Hepáticas y Hepatología de TGH al 1-800-505-7769.