El 5 de febrero de 2013 – Mientras los equipos de rescate buscaban cuerpos en un edificio de oficinas de Pemex en la Ciudad de México, donde una explosión mató al menos a 32 personas el jueves, la compañía petrolera nacional de México está luchando contra otro tipo de desastre.
Según una investigación presentada por la Comisión de Valores en 2008, funcionarios de Pemex otorgaron contratos al conglomerado industrial alemán Siemens a cambio de cuantiosos sobornos de la empresa europea que sumaron 2.6 millones de dólares.
Ahora, la nueva administración de Pemex, juramentada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, está decidida a revisar el caso, argumentando en una corte federal de Nueva York que los funcionarios sobornados aprobaron escandalosos sobrecostos de Siemens que incluían palos de golf y masajes de 17 mil dólares.
Pemex debía pagar al consorcio liderado por Siemens una suma poco clara que oscila entre 280 y 400 millones de dólares por esos sobrecostos. Pero un portavoz de Siemens dijo al diario mexicano Milenio que los esfuerzos de Pemex por revivir el escándalo de los sobornos son una forma de eludir las conclusiones a las que llegó la propia justicia mexicana, que absolvió a la empresa alemana de los cargos de soborno en 2009.
«Pemex tiene que defenderse», replicó Ignacio Durán, portavoz de la empresa estatal mexicana. Afirmó que la nueva administración de Pemex, que inició sus funciones en diciembre del año pasado, tiene una política de «tolerancia cero» contra la corrupción privada y pública.
Uno de los testigos clave en esta investigación podría ser el influyente empresario mexicano Jaime Camil Garza, padre del conocido actor Jaime Camil.
Según la investigación de la S.E.C. un «consultor de negocios con conexiones políticas» actuó como intermediario en el escándalo de sobornos, recibiendo dinero de Siemens y distribuyendo los pagos de sobornos a altos funcionarios de Pemex que tenían voz y voto en la adjudicación de contratos a la empresa alemana.
Camil Garza, un reconocido hombre de negocios y de la alta sociedad que se enorgullece de haber recibido a Bono de U2 en su mansión de Acapulco, fue representante de Siemens en México de 1999 a 2004, los años en que supuestamente se produjeron los pagos. Pero en una entrevista telefónica con Univision Noticias, Camil Garza negó estar involucrado o tener conocimiento de los esquemas de soborno.
«Te lo puedo garantizar, así como me llamo Jaime Camil, que no hay pruebas para determinar un delito, y que por lo tanto el expediente se cerró», dijo.
Camil Garza fue implicado en el caso en 2008 después de que la S.E.C. llegara a un acuerdo con Siemens en el que la empresa alemana aceptó pagar 1,600 millones de dólares por su participación en esquemas de soborno en México y otras partes del mundo.
Como parte de este acuerdo, el gobierno de Estados Unidos aceptó disposiciones de confidencialidad que aseguraban la reserva de los nombres de las personas involucradas en los sobornos, pero que sin embargo ofrecían algunas pistas relevantes. La investigación de la S.E.C. documentó docenas de sobornos disfrazados de pagos de servicios en Argentina, Venezuela, Vietnam y varios otros países.
En México, la S.E.C. identificó a la persona que pagó los sobornos como un «consultor empresarial con conexiones políticas». Según los documentos judiciales, Siemens PG y Siemens S.A., una filial local, hicieron tres pagos por un total de casi 2,6 millones de dólares a esa persona anónima, cuyo trabajo consistía en tramitar varias reclamaciones relacionadas con sobrecostes en tres proyectos de modernización de refinerías mexicanas.
Parte de ese dinero se transfirió después a un alto funcionario de Pemex, que «estaba en condiciones de influir en las reclamaciones», según la denuncia presentada en un tribunal federal del Distrito de Columbia por la S.E.C. Los pagos se disfrazaron con facturas por «servicios de consultoría que no se prestaron o sólo se describieron vagamente».
Cuando las autoridades mexicanas abrieron su propia investigación sobre los sobornos, acabaron centrándose en la relación entre Siemens y Camil Garza, que había actuado como representante de la multinacional desde 1999.
En el curso de la investigación, los fiscales federales descubrieron que Camil Garza había recibido varios cheques de Siemens que sumaban más de 2,5 millones de dólares. Univision Noticias tuvo acceso a los cheques girados por Siemens desde una cuenta de BBVA Bancomer a nombre de Jaime Federico Said Camil Garza, nombre completo del empresario. Hay un cheque depositado en octubre de 2004 por 10.8 millones de pesos (aprox. 860 mil dólares); y dos cheques depositados en diciembre de 2004 por 8.1 (aprox. 730 mil dólares), y 10.5 millones de pesos (aprox. 945 mil dólares).
Los pagos fueron justificados por Siemens como honorarios de representación por los servicios de Camil Garza según un contrato firmado en 1999. El documento original, suscrito por Camil Garza y Hans Georg Pauli, entonces director general de Siemens en México, reflejaba que la principal responsabilidad de Camil Garza era representar a la empresa alemana y promover sus ventas en el país. En una entrevista telefónica con Univision Noticias, Camil Garza reconoció que era el anónimo «consultor de negocios con conexiones políticas» al que se alude en la demanda de la S.E.C..
«Por supuesto que era yo», dijo. «Fui el representante después de muchos años con Siemens».
También admitió que recibió los cheques mencionados, pero dijo que ganó ese dinero como parte de su trabajo como representante de Siemens en México, y que no fue utilizado para sobornos.
«Los números de los cheques están ahí», dijo. «Hay uno por 10 , otro por un poco más de 10, y otro por ocho que están perfectamente auditados».
Camil Garza dijo que dijo que los pagos que le dio Siemens habían sido investigados por los fiscales mexicanos, quienes establecieron a lo largo de cuatro años que no había evidencia alguna de que sobornara a funcionarios de Pemex con el dinero.
En respuesta a una pregunta de Univision Noticias sobre las repercusiones personales de la investigación de la SEC sobre el incidente, Camil Garza respondió que no había habido ninguna. «Además», dijo, «soy un amigo muy, muy cercano de la familia Bush».
Univision Noticias está a la espera de una declaración de la Fiscalía de México sobre la decisión final del año pasado respecto al caso de Camil Garza.