Los profesionales de la enfermería son enfermeros registrados con formación adicional. La formación adicional permite a estos profesionales elaborar historias clínicas de los pacientes, realizar exámenes físicos, pedir pruebas de laboratorio, analizar los resultados de las mismas, recetar medicamentos, autorizar tratamientos y educar a los pacientes y a sus familias sobre los cuidados continuos.
Las enfermeras profesionales, también conocidas como enfermeras registradas de práctica avanzada, se especializan por población de pacientes, formándose para trabajar en áreas como la salud de la mujer o la pediatría. También pueden trabajar en la investigación o en el mundo académico.
Su trabajo parece similar al de un médico, ¿verdad? Entonces, ¿cuál es la diferencia? El principal contraste es la cantidad de educación formal requerida. Los médicos tienen más formación, y su amplitud de conocimientos y sus salarios suelen estar en consonancia con su trabajo adicional. Sin embargo, cada vez más -y de forma algo controvertida- las enfermeras profesionales prestan atención primaria a los pacientes.
Muchos enfermeros profesionales trabajaron primero como enfermeros registrados, donde su tratamiento de los pacientes se extendía a la atención holística y de bienestar, y un NP aporta esa experiencia a su diagnóstico, tratamiento y gestión de los problemas médicos.
Los enfermeros profesionales están muy bien pagados por su trabajo, con el 50% superior llevándose a casa salarios de seis cifras. La Oficina de Estadísticas Laborales proyecta un crecimiento del empleo del 52,4 por ciento para los profesionales de enfermería entre 2019 y 2029. En ese período, se estima que se abrirán 110.700 puestos de trabajo.