Resonancia magnética

Sobre la resonancia magnética

La resonancia magnética (RM) utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes transversales de su cabeza y cuerpo. Su médico utiliza estas imágenes detalladas y claras para identificar y diagnosticar muchas afecciones. Es especialmente útil para obtener detalles sobre los tejidos blandos, incluida la médula espinal, los nervios y los discos entre los huesos de la columna vertebral.
La resonancia magnética puede utilizarse para:

  • Diagnosticar trastornos del sistema nervioso central, como la esclerosis múltiple
  • Identificar tumores cerebrales o espinales u otros trastornos crónicos del sistema nervioso
  • Diagnosticar enfermedades de la glándula pituitaria
  • Encontrar anomalías del tejido ocular o del oído interno
  • Identificar daños óseos y articulares por lesiones trastornos degenerativos y tumores
  • Identificar infecciones de los huesos y las articulaciones

Antes de una resonancia magnética, quítese la ropa, las pelucas, los aparatos como audífonos, prótesis dentales o joyas que puedan contener metal o aparatos electrónicos. Si tiene dispositivos metálicos o electrónicos en su cuerpo, como articulaciones o válvulas cardíacas artificiales, un marcapasos o varillas, placas o tornillos que sujetan los huesos, asegúrese de decírselo al técnico. El metal puede interferir con el campo magnético utilizado para crear una imagen de resonancia magnética y puede causar un peligro para la seguridad. El campo magnético puede dañar los elementos electrónicos.

No se someta a una resonancia magnética si tiene un desfibrilador cardioversor implantable o un marcapasos. El fuerte campo magnético creado por la unidad de RMN puede interferir con el funcionamiento de estos dispositivos.

Si está o cree que puede estar embarazada, asegúrese de decírselo al técnico antes de someterse a una RMN. Los efectos de los campos magnéticos en los fetos no se conocen bien. Puede ser necesario utilizar un tipo de prueba diferente o posponer una RMN si está embarazada.
La mayoría de las máquinas de RMN son grandes imanes de forma cilíndrica. El fuerte campo magnético se produce enviando una corriente eléctrica a través de bucles de alambre o bobinas dentro de la unidad. Otras bobinas de la unidad envían y reciben ondas de radio. Mientras usted está dentro de la máquina, se envían ondas de radio a su cuerpo, que responde enviando débiles señales de vuelta. La máquina de IRM detecta las señales y las envía a un ordenador, que genera una imagen. La imagen es una imagen tridimensional compuesta de su cuerpo. A partir de la imagen se puede generar electrónicamente un corte transversal del cuerpo en cualquier punto. Esta imagen puede verse en un monitor de vídeo. Las imágenes también se pueden plasmar en una película fotográfica.
Cuando se somete a una resonancia magnética, se tumba en una mesa que se desliza dentro de la abertura del imán. Un técnico le supervisa desde otra sala y puede hablar con usted a través de un micrófono o un intercomunicador. No sentirá nada, ya que la resonancia magnética genera un fuerte campo magnético a su alrededor y dirige las ondas de radio a su cuerpo. Nada se mueve a su alrededor. Sin embargo, es posible que oiga un golpeteo o un ruido de fondo en el interior de la máquina. Es posible que le den tapones para los oídos o música para bloquear el ruido.
La resonancia magnética suele durar entre 30 y 90 minutos. Es importante permanecer quieto y respirar tranquilamente, ya que el movimiento puede difuminar las imágenes. Si estar en un espacio cerrado le produce ansiedad, hable con su médico antes de la RMN.
A veces se inyecta un tinte o agente de contraste en las venas para mejorar el aspecto de ciertos tejidos o vasos sanguíneos en las imágenes. El tinte o agente de contraste utilizado en una RMN es diferente a los utilizados en la tomografía computarizada (TC). No contienen yodo y no es tan probable que provoquen una reacción alérgica.
Al igual que con las radiografías o los TAC, un radiólogo capacitado para leer las imágenes revisará los resultados de la RMN y elaborará un informe para su médico o cirujano.
Aunque las RMN son en sí mismas una tecnología relativamente nueva, se siguen realizando avances. Algunos de estos avances son las IRM funcionales, que permiten medir la actividad de las células nerviosas en fracciones de segundo en algunas partes del cerebro; las IRM espectroscópicas, que miden determinados metabolitos del organismo, lo que ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar afecciones como el cáncer o las infecciones; las IRM de difusión, que crean una imagen basada en el movimiento microscópico del agua en los espacios exteriores de las células; y los imanes más potentes que permiten obtener imágenes más detalladas y rápidas que las máquinas de IRM convencionales.

Más información sobre la preparación para la IRM.

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