Las residencias unifamiliares también tienen algunas desventajas:
Alto mantenimiento: Las reparaciones y responsabilidades de mantenimiento de las residencias unifamiliares recaen enteramente en el propietario. Esto suele incluir tareas de jardinería, techado y pintura exterior, entre otras, mientras que los propietarios de casas adosadas o condominios a menudo pueden confiar en su Asociación de Propietarios (HOA) para que se encargue de estas mejoras exteriores y elementos de mantenimiento.
Acceso a los servicios: Aunque las personas que poseen una residencia unifamiliar pueden añadir comodidades como una piscina o un gimnasio en casa, necesitan el dinero y el espacio para hacerlo. Este tipo de comodidades suelen estar incluidas en las viviendas multifamiliares.
Localización: Las residencias unifamiliares suelen estar situadas en zonas suburbanas y rurales. También pueden encontrarse en ubicaciones urbanas, pero si lo están, pueden ser significativamente más caras. Las personas que desean la comodidad y la vitalidad de la vida en la ciudad suelen vivir en casas adosadas, condominios, cooperativas o apartamentos.
No es tan fácil viajar: Cuando los propietarios de las residencias unifamiliares viajan, suelen tener que hacer arreglos para que alguien mantenga el jardín y vigile la casa, ya que una residencia unifamiliar vacía puede ser una invitación a la delincuencia y a la atención no deseada. Las casas adosadas y los condominios suelen denominarse «lock-and-go living», lo que significa que las residencias pueden cerrar y marcharse.
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