Interesarse por la burocracia no es mirar al pasado, sino al futuro. La hipótesis central de este libro es que el fin de las burocracias, tal y como se definirán en unos momentos, es el infierno número uno al que se enfrentará la transformación de las empresas y organizaciones en los próximos años. No es ningún secreto: no hay un solo libro de texto de gestión o análisis de las tendencias mundiales que no se interese vivamente por el fin de las burocracias, independientemente del punto de vista del autor: «Hoy en día, en el ámbito de las organizaciones, vemos y sufrimos engorrosas burocracias que, más que nunca, son signos de una mala gestión del sentido».1 A lo que Waterman añade una definición más precisa: «El problema es el siguiente: la burocracia, nuestra forma de organización más tradicional, se creó para gestionar los problemas cotidianos de las organizaciones: el departamento de ventas vende, el de fabricación fabrica, etc. Mientras la actividad económica no cambie demasiado rápido, las burocracias se desenvuelven bastante bien. Pero las cosas cambian rápidamente «2 Entonces, ¿por qué este modo de funcionamiento desarticulado y compartimentado se ha impuesto sobre otras formas de organización? Robert Reich lo explica de la siguiente manera, basándose en la situación estadounidense:
Las empresas burocráticas estadounidenses se organizaron en torno al modelo de las burocracias militares para el despliegue eficaz de planes elaborados con mucha antelación. Tal vez no sea casualidad que los veteranos de guerra que entraron en las principales empresas estadounidenses en los años 50 recrearan de forma muy natural en el centro de estas empresas el modelo militar de una burocracia. Se establecieron siguiendo las líneas de una jerarquía militar, con cadenas de mando, métodos de control, rango, divisiones con líderes de división y procedimientos que describen el proceso de toma de decisiones. Si tienes alguna duda, ¡consulta el manual! 3