La «curva lordótica» es la curvatura natural de su columna vertebral en el cuello, la parte superior y la parte inferior de la espalda que ayuda a su cuerpo a absorber los golpes. Además, su curva lordótica alinea, estabiliza y mantiene la estructura del cuerpo a la vez que le permite moverse y doblarse con facilidad. La lordosis, a veces denominada «swayback», es una afección que se produce cuando la columna vertebral se arquea demasiado hacia dentro. La lordosis ejerce presión sobre la columna vertebral al crear una postura exagerada, que afecta a la zona lumbar y al cuello. Si no se trata, puede provocar dolor, molestias y disminución de la movilidad.
La lordosis puede producirse en la zona del cuello (cervical) o de la columna (lumbar). La enfermedad puede afectar a individuos de cualquier edad. Sin embargo, hay una serie de factores y afecciones que pueden aumentar el riesgo, entre ellos: discitis (espacio inflamado entre las vértebras), osteoporosis, obesidad, cifosis (curvatura de la columna hacia delante), espondilolistesis (vértebra deslizada), acondroplasia (una causa primaria de enanismo) y osteosarcoma (cáncer de hueso).
¿Cómo sé si tengo los síntomas de la lordosis?
La lordosis se presenta a menudo de forma aparentemente benigna: dolor muscular. Debido a la extrema curvatura de la columna vertebral en el cuello y la espalda, esta anomalía a menudo hace que los músculos se corrijan en exceso, desequilibrando todo. A medida que los músculos se esfuerzan por compensar, pueden empezar a tensarse y sufrir espasmos. Esto probablemente causará un movimiento limitado y doloroso en el cuello, los hombros y la parte inferior y superior de la espalda.
También hay una serie de síntomas de lordosis más graves, que pueden implicar un nervio pellizcado o una vértebra deslizada, que requieren atención médica inmediata:
- Síntomas neurológicos: Entumecimiento u hormigueo; dolor que se asemeja a descargas eléctricas
- Incontinencia: Cambio en el control de los intestinos o de la vejiga
- Debilidad muscular: Debilidad y/o dificultad para mantener la coordinación muscular
Por suerte, no todas las formas de lordosis son graves. Si sospecha que la lordosis es la causa de sus molestias en la columna vertebral, puede comprobarlo tumbándose contra una superficie plana y examinando la cantidad de espacio y el grado de curvatura entre la zona lumbar y/o el cuello. Si la curvatura es extrema y permanece rígida al inclinarse posteriormente hacia delante, su lordosis puede requerir tratamiento. Sin embargo, puede ser menos preocupante si la curvatura se invierte por sí sola al inclinarse hacia delante. La proactividad es la clave para controlar esta afección. Y, ponerse en contacto con nuestro equipo le ayudará a tomar los primeros pasos en este proceso.
Cómo el Dr. Lowenstein puede ayudar
Para diagnosticar correctamente la lordosis, el equipo Lowenstein ofrecerá un examen físico y la revisión de la historia médica del paciente. Estas evaluaciones permitirán al cirujano evaluar la gravedad del dolor y la curvatura, así como su progresión en el tiempo. La edad, el peso y la estatura también son factores que pueden tenerse en cuenta. Los pacientes también pueden someterse a una evaluación de la amplitud de movimiento y a un examen de la alineación de la columna vertebral para comprobar si existen anomalías. Además, el médico puede recomendar la realización de radiografías de la columna vertebral para determinar el grado exacto de curvatura. Estas técnicas de imagen radiológica también revelarán cualquier problema espinal o cervical que no se haya presentado durante el examen físico. Si el paciente ha experimentado alguno de los síntomas más graves señalados anteriormente, también puede ser necesaria una consulta y un examen neurológico.
Su cirujano puede ofrecer una variedad de tratamientos para tratar la lordosis. El Dr. Jason Lowenstein, MD y su equipo de profesionales de alto nivel pueden ayudarle a elegir el mejor curso de acción. Las medidas más conservadoras pueden incluir la terapia médica a través de analgésicos o antiinflamatorios para reducir la hinchazón, la terapia física diaria para aumentar la fuerza y el rango de movimiento, aparatos ortopédicos para controlar el crecimiento de la curvatura de la columna (más común en los niños y adolescentes), y la pérdida de peso para mejorar la postura. En los casos más graves, la lordosis puede requerir tratamientos quirúrgicos que pueden incluir la instrumentación de la columna, la sustitución de discos artificiales o la cifoplastia. Una columna vertebral sana es la clave para una vida sana – no deje que una condición como la lordosis afectar la forma en que vive. Llame hoy al equipo Lowenstein para concertar su primera cita.