Somos unos empollones y lo sabemos. Comemos, dormimos, bromeamos y criticamos las etiquetas de códigos de barras todo el tiempo, aquí en EIM. Uno de nosotros incluso tiene un par de gemelos con etiquetas de códigos de barras. Le pillaron llevándolos en una de nuestras fiestas. Lo sabemos, lo sabemos. Patético.
Sin embargo, lo bueno de nuestra frivolidad es que, como conocemos tan bien nuestro negocio, no tienes que preocuparte. Tenemos todo cubierto. Por supuesto, podemos hacer lo habitual, como el Código 39 y el Código 128. Sin embargo, hay muchos códigos de barras especializados e incluso peculiares en el mundo de los códigos de barras. Códigos como el Interleaved 2 of 5, el CPC Binary, el EAN, el ISBN, el Aztec, el Datamatrix, el Chromocode (que da esos bonitos y brillantes colores y verdes de los veranos, vale, es una canción de Paul Simon) y el código QR. Algunos son unidimensionales (estrictamente lineales) y otros bidimensionales (no lineales). ¿Dimensiones en un código de barras? ¿Qué debe hacer un neófito en códigos de barras?
El mapeo entre los mensajes y los códigos de barras se llama simbología. La especificación de una simbología incluye la codificación de los dígitos o caracteres individuales del mensaje, así como los caracteres de inicio y fin en barras y espacio, el tamaño de la zona de silencio requerida antes y después del código de barras y, para ciertos tipos de códigos de barras, el cálculo de una suma de comprobación.
¿Qué es una suma de comprobación?
Una suma de comprobación es un valor calculado a partir de un bloque de datos y que, en el caso de los códigos de barras, se almacena junto con los datos para detectar la corrupción de los mismos. Las sumas de comprobación son elementos obligatorios de los códigos de barras como el Código 128 o el UPC.
Un dígito de comprobación es un carácter adicional que se añade a un código de barras como comprobación de redundancia para la detección de errores -una «huella digital»- que se utiliza en los códigos de barras. Consiste en un solo dígito calculado a partir de los demás dígitos del mensaje. Con un dígito de control, se pueden detectar errores sencillos en la introducción de una serie de dígitos, como un solo dígito mal escrito o la permutación de dos dígitos sucesivos.
Por ejemplo, el último dígito de un código de barras UPC (utilizado en productos de venta al por menor) es el dígito de control. Digamos que nuestro dígito de control es el 4 y éste se comprueba de la siguiente manera:
1. Suma los dígitos (hasta el dígito de control, pero sin incluirlo) en las posiciones impares (primera, tercera, quinta, etc.) (0+2+0+0+2+0=4) y multiplica por tres (4 x 3 = 12)
2. Suma los dígitos (hasta el dígito de control, pero sin incluirlo) en las posiciones pares (segunda, cuarta, sexta, etc.) (1+0+0+0+3=4)
3. Suma los dos resultados para hallar la suma. (12 + 4 = 16)
4. La cifra de control será el menor número necesario para redondear la suma al múltiplo de 10 más cercano. (16 redondea a 20; 20 – 16 = 4 = el dígito de control)
Tenías que preguntar, ¿no? Si haces todos esos cálculos y el resultado no coincide con el dígito de control, lo más probable es que un operario del teclado haya introducido un número incorrecto para el código de barras en algún momento.