¿Es posible amar a alguien pero no sentirse emocionalmente cercano? Tienes el anhelo de conectar, pero tu anhelo se frustra. . sin saber por qué?
Lamentablemente, a menudo hay una brecha entre el amor que sentimos en nuestro corazón y la intimidad emocional que experimentamos con alguien. La conexión que deseamos puede parecer tan cercana, por lo que seguimos intentándolo, pero puede seguir siendo tristemente esquiva. Resulta enloquecedor amar a alguien pero no experimentar la confianza y la seguridad necesarias para que la relación prospere. Esta seguridad emocional es una base esencial para una relación íntima.
Ingredientes de la seguridad emocional
Cuando nos sentimos emocionalmente seguros, nos sentimos internamente relajados con una persona. Bajamos la guardia y nuestros escudos no se levantan cuando interactuamos. Nos sentimos libres para ser auténticos, lo que incluye expresar nuestras heridas, descontentos y anhelos sin temer que nos critiquen o avergüencen.
Según la investigación de John Gottman sobre el éxito matrimonial, uno de los cuatro factores que conducen a relaciones problemáticas es la actitud defensiva (junto con la crítica, el desprecio y la evasión). Nos defendemos de los sentimientos dolorosos que pueden atravesar nuestro corazón si nos culpan, juzgan, avergüenzan o rechazan. Mantener este muro invisible se convierte en una barrera que no permite que nuestro corazón permanezca suave y abierto.
Hay muchas formas posibles de protegernos cuando no nos sentimos seguros. Podemos escudarnos cerrándonos y permaneciendo distantes; podemos minimizar el contacto con una pareja o un amigo. O podemos criticar a los demás antes de que tengan la oportunidad de criticarnos a nosotros. O bien nos ponemos a la defensiva cuando expresan alguna insatisfacción con nosotros. («¡Pues tú tampoco sabes escuchar!» o «¡Tú eres el que siempre llega tarde, no yo!»).
Cuando nos sentimos seguros con una persona, no necesitamos estar a la defensiva porque hay poco de lo que defenderse. Cuando nos sentimos constantemente tratados con respeto y amabilidad, podemos relajarnos internamente con una persona. A medida que confiamos en que nuestra pareja o amigo tiene la intención y la capacidad de ver quiénes somos realmente -de escucharnos y comprendernos, aunque a veces se quede corto- nos relajamos cada vez más con ellos, lo que fortalece la confianza y construye la intimidad.
Construir una relación de confianza y no defensiva requiere que demos a otro lo que nosotros mismos deseamos. El amor exige un intercambio recíproco, es decir, que nos acerquemos al mundo del otro de una manera que le permita sentirse emocionalmente seguro con nosotros. Disfrutar de la hermosa danza de la intimidad -el camino del «amor sin defensa», como lo llaman Jett Psaris y Marlena Lyon- requiere que dos personas conscientes de sí mismas y sin defensa sean emocionalmente honestas consigo mismas y con el otro.
Ser nosotros mismos y ser sinceros
Una de las bendiciones de crear seguridad en una relación es que nos sentimos libres de ser nosotros mismos. Si nos han herido en el pasado, es posible que hayamos jurado no volver a ser tan confiados y abiertos. Nuestro corazón puede emitir la señal «no estoy disponible para amar y ser amado».
La vida es más rica cuando encontramos una pareja y amigos con los que disfrutar de la conexión especial que surge de ser nosotros mismos y sentirnos aceptados tal y como somos. A medida que dos personas se sienten seguras para ser vulnerables entre sí -expresando sentimientos y deseos tiernos sin miedo a la crítica o al rechazo-, la conexión crece.
La seguridad emocional también requiere decir la verdad y mantener los acuerdos. No podemos sentirnos seguros con una persona que nos engaña o cuando sus acciones no son congruentes con sus palabras. La comunicación auténtica, abierta y de confianza es la savia de una relación íntima.
Por supuesto, nadie es perfecto, y es mucho más fácil percibir las imperfecciones de los demás que detectar las nuestras. Es inevitable que la confianza se rompa, incluso en la mejor de las relaciones. Pero la seguridad emocional puede restablecerse si dos personas encuentran el valor y la voluntad de abordar la ruptura mediante un diálogo abierto y no defensivo. El enfoque de Marshall Rosenberg de la comunicación no violenta es una forma eficaz de aportar buenas habilidades de comunicación a nuestras relaciones íntimas.
Puede haber momentos en los que no nos sintamos emocionalmente seguros debido a nuestras propias heridas no curadas de relaciones pasadas, ya sea en nuestra familia de origen o en parejas anteriores. Como afirman Jett Psaris y Marlena Lyons en su excelente libro, Undefended Love:
«Encontrar la intimidad empieza por descubrirnos a nosotros mismos. . tenemos que ser visibles antes de ser vistos. Tenemos que estar disponibles antes de que nuestros corazones puedan ser afectados. Y tenemos que estar presentes antes de poder intimar.»
Relaciones Lecturas Esenciales
Si nunca nos arriesgamos a revelar nuestros sentimientos y deseos de una manera no defensiva, puede que nunca demos a la relación la oportunidad de profundizar. Revelar nuestros verdaderos sentimientos nos permite percibir si nos sentimos emocionalmente seguros con una persona, lo suficientemente seguros como para seguir siendo abiertos y vulnerables.
Es más fácil amar a una persona que sentir intimidad con ella. La intimidad requiere seguridad emocional. A medida que hacemos el trabajo interno y externo necesario para construir esa seguridad en nuestras relaciones, podemos resolver el misterio de lo que se necesita para sentirse emocionalmente conectado e íntimo con alguien que amamos.