Rossum también era desconocida en ese momento, pero a diferencia de Butler, tenía una formación vocal previa como miembro del Coro Infantil de la Ópera Metropolitana. Aunque Rossum ciertamente sabía cantar, su voz seguía sonando demasiado pequeña y decepcionante para Christine. Se supone que esta chica es un diamante en bruto y su voz no nos hace creerlo. Rossum también era demasiado joven para Christine. Tenía 16 años cuando empezaron a rodar, Christine Daae tiene 20 años en la novela.
Lo que no entiendo es que si iban a contratar a desconocidos, ¿por qué no coger a desconocidos que encajaran en los papeles y pudieran cantarlos? Para colmo de males, Ramin Karimloo, que es posiblemente el mejor actor que ha interpretado al Fantasma en Broadway, fue elegido para el papel del padre de Christine, que no canta, en la película. ¿Por qué no le han dado el papel del Fantasma? Blerg……
Joel Schumacher
Mira, como fan de Batman, nunca perdonaré ni olvidaré lo que Schumacher hizo a la franquicia….nunca. Pero sacando eso de la ecuación, sigo sin pensar que sea un maestro del cine. Sus películas siempre se sienten vacías de carácter mientras están llenas de estilo. Básicamente es una versión de Michael Bay que no es una película de acción. Se podría argumentar que su mejor película fue A Time To Kill, que palidece en comparación con la novela original.
Pero, curiosamente, su trabajo en Batman y A Time To Kill en realidad no jugó un papel en la determinación de si Schumacher era adecuado para Phantom. ¿Por qué? Porque Schumacher fue la primera opción de Andrew Lloyd Webber y lo vinculó al proyecto…..en 1989.
La historia es que Webber vio The Lost Boys de Schumacher y le gustó mucho la forma en que utilizó la música en toda la película. Así que hizo de Schumacher su primera opción para dirigir la película y ambos empezaron a desarrollarla durante los siguientes 15 años. ¿Fue porque Schumacher tenía experiencia previa en la dirección de musicales? No. Fue simplemente porque a Webber le encantaba la banda sonora de The Lost Boys, que admito que es bastante buena. La receta perfecta para un brillante trabajo de dirección.