Para ayudar a proteger a los jóvenes de los depredadores sexuales y luchar contra la explotación sexual infantil, que se ha vuelto cada vez más prominente en la era de Internet, el Gobierno de Canadá ha aprobado una nueva legislación que aumenta la edad de consentimiento para la actividad sexual. La nueva legislación entró en vigor el 1 de mayo de 2008 y equipara la edad de consentimiento de Canadá con la de muchos otros países.
Desde 1890 hasta hace poco, la edad a la que un joven podía consentir una actividad sexual sin explotación era de 14 años (1). Con la reciente modificación del código penal de Canadá, la edad de consentimiento para la actividad sexual sin fines de lucro es ahora de 16 años.
La actividad sin fines de lucro se define como una actividad sexual que no implica la prostitución o la pornografía, y en la que no existe una relación de confianza, autoridad o dependencia entre las personas implicadas (1). Un entrenador, un líder espiritual, un profesor, un director de escuela, un orientador o un miembro de la familia son ejemplos de personas en posición de confianza o autoridad con los jóvenes.
Para la actividad sexual con fines de explotación (prostitución o pornografía, o cuando existe una relación de confianza, autoridad o dependencia), la edad de consentimiento es de 18 años.
El espíritu de la nueva legislación no es regular la actividad sexual consentida de los adolescentes. A tal efecto, hay algunas excepciones notables a la ley:
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Los jóvenes de 12 o 13 años pueden consentir una actividad sexual sin explotación con sus compañeros cuando la diferencia de edad no sea superior a dos años. Por ejemplo, se considera que un niño de 12 años es capaz de consentir una actividad sexual con un niño de 14 años, pero no con uno de 15.
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Los jóvenes de 14 o 15 años pueden consentir una actividad sexual sin explotación cuando la diferencia de edad no es superior a cinco años. Por ejemplo, un joven de 15 años puede consentir tener relaciones sexuales con uno de 20, pero no con uno de 21.
Los niños menores de 12 años no pueden consentir nunca una actividad sexual con nadie, sea cual sea su edad, independientemente de que lo digan.
Como antes, toda actividad sexual no consentida, independientemente de la edad, constituye una agresión sexual.
La actividad sexual con fines de explotación, la agresión sexual o la actividad sexual con cualquier persona menor de 12 años o entre los 12 y los 16 años de edad, excepto en el caso anterior, debe suscitar preocupaciones en materia de protección infantil. Todas las provincias y territorios canadienses tienen una legislación de protección de la infancia con leyes de notificación obligatoria para los casos sospechosos de maltrato infantil. Dado que la protección de la infancia es una cuestión provincial, cada provincia tiene legislaciones ligeramente diferentes, con notables excepciones en las edades en las que los jóvenes dejan de ser considerados «niños». Por lo general, se define a un «niño» como cualquier persona menor de 16 años hasta los 19 años, dependiendo de la provincia (2).
Es importante que los médicos que asesoran a los jóvenes sexualmente activos pregunten sobre el consentimiento y la edad de su pareja. Como siempre, para salvaguardar la relación de confianza que existe entre el médico y el paciente, es aconsejable que los médicos discutan los límites de la confidencialidad con todos sus pacientes jóvenes antes de entablar dichas conversaciones.
A medida que se vaya aplicando la nueva legislación, las respuestas de los organismos de bienestar infantil a estas preocupaciones pueden variar de una provincia a otra. Cualquier médico que tenga dudas sobre si una situación constituye maltrato o si es denunciable a las autoridades de bienestar infantil, debe pecar de precavido y ponerse en contacto con su agencia local de bienestar infantil para discutir el asunto con más detalle.