Fisiología del orgasmo
El orgasmo es un acontecimiento cerebral, desencadenado típicamente por la estimulación genital, pero también por el sueño, la estimulación de otras partes del cuerpo (incluyendo el pecho y el pezón), la fantasía, ciertos medicamentos y, en las mujeres con lesiones de la médula espinal, la vibroestimulación del cuello uterino. Algunas mujeres señalan diferencias cualitativas en el orgasmo, según el tipo de estimulación. Un estudio ecográfico piloto sugiere que la estimulación vaginal implica a todo el complejo clítoro-uretral, incluidas las ramas del clítoris, mientras que con la estimulación del clítoris (es decir, al tallo y al glande), la participación anatómica/circulatoria de las ramas del clítoris no está implicada.151 Los hombres informan de una disminución de la intensidad del orgasmo tras la pérdida de la eyaculación por la prostatectomía radical.
El orgasmo es una experiencia subjetiva tanto en hombres como en mujeres, y ha sido difícil determinar un marcador objetivo. En los hombres sanos, existe la eyaculación asociada y, en ambos sexos, contracciones musculares involuntarias (reflexivas) de los músculos perineales estriados.158 Se ha establecido una medida objetiva y cuantitativa que muestra una fuerte correspondencia con la experiencia subjetiva del orgasmo. Los investigadores realizaron un análisis espectral de los datos de la presión rectal mientras los voluntarios imitaban el orgasmo, o intentaban alcanzar el orgasmo y fallaban, o experimentaban el orgasmo.158 La diferencia más significativa e importante en la potencia espectral entre el orgasmo en ambas tareas de control se encontró en la banda alfa. Las fluctuaciones alfa en la presión rectal sólo se produjeron durante el orgasmo.158
Los estudios de tomografía por emisión de positrones (PET) durante el orgasmo han mostrado activaciones y desactivaciones cerebrales muy similares en hombres y mujeres: activaciones principalmente en el lóbulo anterior del vermis cerebeloso y en los núcleos cerebelosos profundos y desactivaciones en el ventromedial izquierdo y en el OFC. La única diferencia importante entre los géneros durante el orgasmo mismo fue la activación en la materia gris periacueductal en los hombres.159,160 Se cree que la OFC lateral está implicada en la supresión del impulso y la liberación de la conducta, mientras que las partes mediales codifican las experiencias hedónicas, activándose con el aumento de la saciedad y el placer subjetivo y desactivándose con la sensación de saciedad. La OFC medial forma parte de la red neuronal que incluye la amígdala, cuya desactivación durante el orgasmo se asocia con un estado mental más despreocupado.159 Se ha informado de una exploración más reciente del cerebro mediante PET durante el orgasmo con comparaciones con intentos fallidos de alcanzar el orgasmo, y también con comparaciones con la simulación de un orgasmo.160 La inserción de una sonda rectal midió las contracciones involuntarias de los músculos pélvicos para identificar la aparición y la duración del orgasmo. Las variaciones de la presión rectal indicativas del orgasmo se correlacionaron con cambios generalizados del flujo sanguíneo en el córtex prefrontal.160,161 Los investigadores observaron cambios específicos relacionados con el orgasmo en el OFC medio/anterior y sugieren que esto encaja con el papel propuesto del OFC medio-anterior en la experiencia del placer. El fracaso del orgasmo aumentó significativamente la actividad del OFC lateral izquierdo: el orgasmo no se alcanzó posiblemente debido a una supresión conductual excesiva. Los investigadores sugieren que la dinámica de la OFC relacionada con el orgasmo puede reflejar una de las principales características del orgasmo (es decir, la típica sensación de pérdida de control). La perfusión prefrontal, pero no la temporal, se acopló de forma inversa a las fluctuaciones de la presión rectal asociadas al orgasmo. Estos cambios en el OFC (las divisiones prefrontales dorsal y ventral) no mostraron ninguna asociación clara con la excitación, sino sólo con estos indicadores del orgasmo. Por lo tanto, los investigadores concluyeron que la disminución de la actividad del córtex prefrontal puede ser específica del orgasmo. En general, los resultados de la reducción del metabolismo prefrontal durante el orgasmo están en consonancia con el papel fundamental del córtex prefrontal en el control conductual y emocional. Puede ser que una regulación prefrontal exitosa sea clave para alcanzar el orgasmo, de acuerdo con los datos experimentales de una actividad prefrontal exagerada con disfunción sexual asociada.
El control pontino del orgasmo femenino parece centrarse en una región localizada en el lado izquierdo del tegmento pontino dorsolateral, recientemente denominada centro estimulador de órganos pélvicos.161 Otra zona pontina, el área pontina ventrolateral, recientemente denominada centro estimulador del suelo pélvico, está implicada en la organización de las contracciones del suelo pélvico durante el orgasmo y tiene proyecciones directas a las motoneuronas del suelo pélvico.
El papel de la oxitocina y la prolactina en el orgasmo no está claro. Los niveles de ambas hormonas aumentan en el momento del orgasmo: La exploración por PET ha confirmado un aumento del flujo sanguíneo hipofisario en las mujeres, pero no en los hombres, en el momento del orgasmo.162 Ambas hormonas pueden provocar la contracción del músculo liso uterino y vaginal, lo que puede contribuir a las sensaciones del orgasmo.