Dios creador,
gracias por proporcionarnos
el don de compartir nuestros talentos.
Provee a nuestra comunidad, a nuestra nación, a nuestro mundo
la fortaleza para proporcionar un trabajo para todos
que sea decente y justo.
Haz que seamos fieles administradores
de tu creación
para mejorar la dignidad humana
de nuestra familia global.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
que vive y reina
contigo y el Espíritu Santo
ahora y siempre.
Amén
(De Being Neighbor: The Catechism and Social Justice, USCCB, April 1998)
«¡Señor Dios, míranos! Mira esta ciudad. . . Mira a nuestras familias.
Señor, tú no estabas sin trabajo, eras carpintero, eras feliz.
Señor, no tenemos trabajo.
Los ídolos quieren robarnos nuestra dignidad. Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza.
Señor, no nos dejes solos. Ayúdanos a ayudarnos unos a otros; para que olvidemos un poco nuestro egoísmo y sintamos en nuestro corazón el «nosotros», el nosotros de un pueblo que quiere seguir adelante.
Señor Jesús, que nunca te quedaste sin trabajo, danos trabajo, y enséñanos a luchar por el trabajo y bendícenos a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.»
– Papa Francisco, Encuentro con los trabajadores, 22 de septiembre de 2013