En la nueva edición de un libro llamado «Starman» (Bloomsbury 2011) Jamie Doran y Piers Bizony cuentan la historia de la primera fatalidad espacial la trágica muerte del cosmonauta ruso Vladimir Komarov en 1967. El libro no llega a las tiendas hasta el 12 de abril, pero Robert Krulwich, de NPR, consiguió un ejemplar anticipado y cubrió su desgarrador relato del accidente en una entrada de blog hace dos semanas. Lamentablemente, al hacerlo, puede haber publicado una reescritura inexacta de la historia.
Era el momento álgido de la carrera espacial, escribió Krulwich, y se acercaba el 50º aniversario de la Revolución Comunista. La Unión Soviética estaba ansiosa por lograr un encuentro de dos naves en la órbita terrestre baja justo a tiempo para el gran evento. El plan era que Komarov estacionara la cápsula espacial Soyuz 1 junto a otro vehículo y luego realizara una caminata espacial entre ambos.
Eso es cierto, pero los historiadores dicen que el resto de la historia impresa en «Starman» y relatada en el blog de Krulwich es sumamente inexacta. Krulwich dijo a Life’s Little Mysteries que ha llegado a creer que hay errores en la historia que contó, pero insta a los lectores a considerar la naturaleza informal de los blogs, incluso los etiquetados como «NPR».
Muerte de un cosmonauta
Según «Starman», escribió Krulwich, la Soyuz 1 de Komarov estaba plagada de problemas, y muchos dentro del programa espacial soviético lo sabían mucho antes del despegue. Yuri Gagarin, un héroe nacional por haber sido el primer hombre en el espacio, supuestamente envió un memorándum a un oficial del KGB llamado Venyamin Russayev diciéndole que la misión de encuentro debía ser pospuesta. Sin embargo, el memorándum fue silenciado y todos los que lo leyeron, junto con Russayev, fueron degradados, despedidos o enviados a Siberia.
Los autores del libro afirman que Komarov sabía que moriría si la misión seguía adelante, pero se negó a echarse atrás. El piloto de apoyo, Gagarin, era su querido amigo. Antes de que la misión tomara tierra, Komarov supuestamente le dijo a Russayev, el oficial de la KGB, que aceptaría la caída para salvar la vida de Gagarin.
A pesar del intento de última hora de Gagarin de ocupar el lugar de Komarov (Doran y Bizony escriben que Gagarin se presentó antes del lanzamiento exigiendo que le pusieran un traje espacial), la misión siguió adelante como estaba previsto, con Komarov al mando de la cápsula Soyuz 1. Desde el principio se produjeron una serie de fallos mecánicos y pronto quedó claro que Komarov estaba condenado.
Según el libro, el entonces primer ministro soviético Alexei Kosygin llegó a llamar a Komarov y, sollozando, le dijo que era un héroe. Mientras la cápsula espacial de mala calidad atravesaba la atmósfera y se estrellaba contra la Tierra, Doran y Bizony afirman que se podía oír a Komarov «llorar de rabia» y acusar a sus superiores de haberlo matado, escribió Krulwich.
Krulwich publicó en su blog una foto de los restos quemados y arrugados de Komarov.
Sensación en la web
No es de extrañar que la entrada del blog recibiera una gran atención, lamentablemente porque, según los historiadores del programa espacial soviético, el relato que se hace en el libro de Doran y Bizony está plagado de inexactitudes.
Según Krulwich, tres destacados historiadores del espacio, entre ellos Asif Siddiqi, de la Universidad de Fordham, se pusieron inmediatamente en contacto con él para cuestionar la validez de lo que había escrito. Krulwich escribió un post en el que pedía a todo el mundo que no disparara al mensajero, y trasladaba la culpa de cualquier error a los autores de «Starman». Pero ese razonamiento no es lo suficientemente bueno viniendo de un periodista de confianza como Krulwich, dicen ahora algunos historiadores.
En la opinión de la mayoría de los historiadores, el principal punto de controversia es el hecho de que la única fuente para todas las nuevas afirmaciones en «Starman» es el ex oficial de la KGB, Venyamin Russayev, y nadie sabe quién es realmente.
«Toda la nueva información proviene de este nuevo ex agente del KGB, hasta ahora desconocido, y «amigo» de Gagarin, y aún no ha sido verificada por nadie. Parte del problema es que no sabemos hasta qué punto es una fuente fiable esta persona», dijo Robert Pearlman, historiador del espacio y propietario del sitio web de historia y artefactos espaciales collectSPACE. «Nadie había oído hablar de él hasta ahora, y aunque eso en sí mismo no debería descartarlo automáticamente como fuente para los historiadores, sí exige que los autores verifiquen su historia y la compartan con los lectores».
Después de su publicación original, Krulwich ha comenzado a comprobar los hechos. Cuando se le pidió un comentario, Krulwich dijo a Life’s Little Mysteries que es posible que los autores del libro ni siquiera hayan entrevistado a Russayev directamente.
«Es posible que ni siquiera hayan hablado con Russayev. Encontré algunas citas en un artículo de un periódico italiano escrito por él, y puede que se hayan basado en ellas», dijo Krulwich. «Me parece que deberían haber hablado con él».
Si los autores se hubieran tomado el tiempo de verificar la narración de Russayev, las cosas se habrían complicado: «Su relato contradice información que ha sido investigada y verificada desde hace mucho tiempo como la verdad aceptada de lo que ocurrió», dijo Pearlman.
El relato del libro contradice pruebas incontrovertibles en forma de transmisiones aire-tierra y transcripciones de la misión. El primer ministro soviético no llamó al cosmonauta llorando, por ejemplo. «Nunca se produjo una conversación entre Kosygin y Komarov», dijo Pearlman.
«En cuanto a lo de que Yuri Gagarin se presentó en el lanzamiento exigiendo que le pusieran un traje espacial, bueno, no llevaban trajes espaciales en las cápsulas Soyuz», dijo Pearlman. «Komarov no llevaba un traje espacial». Los cosmonautas rusos no empezaron a usar trajes espaciales durante el lanzamiento y el aterrizaje hasta 1971, después de que la tripulación de tres hombres de la Soyuz 11 muriera durante una despresurización inesperada de su nave espacial Soyuz 11 durante el reingreso.
Krulwich dijo que este error también se originó en el propio libro, y no en su recuento.
Otros embellecimientos
Otro supuesto embellecimiento es la descripción de Komarov a las puertas de la muerte, llorando de rabia y gritando contra su gobierno.
«Sencillamente, no lo veo creíble», dijo Pearlman. «Tenemos las transcripciones del vuelo, y eso no ha sido reportado hasta la fecha. Komarov era un cosmonauta experimentado con formación como piloto técnico y oficial de la fuerza aérea. Estaba entrenado para enfrentarse a entornos de alta presión. La idea de que lo hubiera perdido es simplemente desagradable. No encaja con la impresión del individuo tal y como la conocemos».
Puede que Krulwich se limitara a transmitir una información que encontró en un libro, pero en opinión de Pearlman, debería haber comprobado dos veces la historia antes de publicarla en su blog de NPR. «Con Internet, las historias no mueren. Aunque los historiadores denuncien que son falsas, siempre habrá alguien que diga, bueno, eso es una tapadera o una conspiración», dijo Pearlman. «Debido al artículo de la NPR, la historia se convertirá para siempre en parte de la narrativa que rodea la desafortunada muerte de Vladimir Komarov».
Krulwich no está de acuerdo. Cree que aquellos a los que ha molestado están confundidos sobre la naturaleza de los blogs.
«Mucha gente en Moscú se ha puesto a rebufo de esto y se ha enfadado conmigo como si esta historia fuera algo que me he inventado, pero lo que hago en mi blog es encontrar algo que es provocativo o interesante y luego compartirlo con los demás», dijo. «No es una noticia de la NPR. Un blog es un blog. Comprobé los hechos lo mejor que pude, pero simplemente dije: ‘Aquí hay un libro, me pregunto si es cierto, hablemos de esto’. Creo que puede haber cierta confusión sobre lo que es un blog, pero el público va a tener que acostumbrarse a ello».
Krulwich dijo que su entrada en el blog puede ayudar a sacar a la luz la verdad sobre la muerte de Komarov.
«Este libro puede ser falso, pero creo que es justo decir, ‘vamos a averiguarlo’. ¿Han comprobado los autores los hechos, han hablado con Russayev, han verificado su historia?» dijo Krulwich. «Ahora tenemos al menos a tres destacados historiadores tratando de averiguarlo»
Pearlman y otros argumentan que este es un paso que Krulwich, un respetado periodista, debería haber dado antes de publicar su post, o que al menos debería haber expresado su escepticismo más claramente. Blog o no, «el trabajo de un periodista es verificar los hechos antes de informarlos», dijo Pearlman. «Y Krulwich lo sabe».
Krulwich, por su parte, planea informar de sus hallazgos sobre la verdad de la muerte de Komarov en futuras entradas del blog.
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Pie de foto: Yuri Gargarin (izquierda) con Vladimir Komarov. Crédito: Foto de la Academia de Ciencias Soviética vía NASA.
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