¿Piensas ponerte algo más apropiado para la fiesta de la boda? Muchas novias (y novios) aprovechan la oportunidad para cambiar su atuendo más formal para la ceremonia (e incluso su peinado) por algo más sencillo, fresco o un poco más atrevido. Prueba con una vaina cómoda, un coqueto minivestido, un mameluco de novia o un mono, todo lo mejor para bailar toda la noche. Si tienes un segundo look para la recepción, aprovecha al máximo el tiempo y las fotos con ambos trajes, y evita perderte demasiado de la celebración que has estado planeando durante meses. Aquí hay algunas buenas opciones de tiempo para un rápido cambio de atuendo.
Después de la ceremonia y las fotos
¿Quieres llegar a la hora del cóctel con un nuevo look? Ten preparado tu segundo traje para poder cambiarte a primera hora después de la salida de la ceremonia y/o de la sesión de fotos.
Entre la hora del cóctel y la recepción
Para que tu vestido de novia se desgaste un poco más y tus invitados puedan admirarlo de cerca, déjatelo puesto durante la hora del cóctel (si es que tienes pensado aparecer en la hora del cóctel). Cámbiate a escondidas cuando termine la hora del cóctel, mientras los invitados son llamados a cenar y toman asiento. Tu entrada a la recepción será el momento perfecto para estrenar un nuevo traje de fiesta.
Entre la cena y el baile
Cambia de look después de la entrada a la recepción, el primer baile y los brindis. Otra opción es dejar el primer baile para más tarde en la noche en lugar de hacerlo inmediatamente después de la entrada. Así llegarás a la fiesta con tu vestido de novia y podrás estrenar un nuevo conjunto para dar tu primera vuelta en la pista de baile.
Fiesta a mitad del baile, antes del corte de la tarta
Guarda tu vestido de recepción para estrenarlo a última hora de la noche, ya sabes, una vez que te hayas soltado el pelo y te hayas quitado los tacones. Un cambio de ropa en medio de la fiesta de baile -y justo a tiempo para el corte de la tarta- indicará a los invitados que la fiesta acaba de empezar.