El sistema de la Universidad de California ya tuvo un gran problema cuando unos 28.000 estudiantes recibieron por error cartas de aceptación a la U.C. San Diego en 2009.
En esos casos, sin embargo, la confusión parecía provenir de errores administrativos o fallos tecnológicos. En la U.C. Irvine este año, tanto las cartas de aceptación como las ofertas rescindidas se enviaron a propósito.
La razón: Demasiados de los aproximadamente 31.000 estudiantes que recibieron cartas de aceptación dijeron que asistirían. La universidad tuvo que recortar la lista.
Alrededor de 7.100 estudiantes de primer año fueron aceptados y tenían previsto matricularse en la universidad este otoño, aproximadamente 850 más de los que la universidad había previsto, informó el viernes el diario Los Angeles Times.
Recortó su lista de acuerdo con las políticas normales, según una declaración de Thomas Parham, vicerrector de asuntos estudiantiles de la universidad.
«La aceptación en todos los campus de la Universidad de California es provisional, y está supeditada al cumplimiento de los términos y condiciones contractuales que estaban claramente descritos en su oferta de admisión original», decía el comunicado, fechado el viernes y dirigido a los solicitantes.
Estos términos y condiciones requerían que los estudiantes mantuvieran unas calificaciones aceptables durante su último año de instituto y entregaran a tiempo todos los expedientes académicos y las puntuaciones de los exámenes requeridos. Este año, según el comunicado, la escuela aplicó su política de forma más estricta que en el pasado.